Motherless Brooklyn (2019)

Motherless Brooklyn es una de esas películas que termino diciéndome “pudo haber quedado mejor”, pero me alegro de que no haya quedado peor porque eso no es lo que yo necesito en mi vida. La película va tirando a noir sin terminar de meter sus dos patas en el género, y es la primera vez que Edward Norton se sienta en la silla de director. Me pregunto si habrá sido más difícil trabajar con él ahora como director porque los rumores cuentan que como actor jode demasiado.

En caso de que el trailer no hubiese sido suficientemente obvio, a Frank Minna (Bruce Willis) lo matan al principio de la película, y a partir de entonces se arma el rebú que Lionel (Edward Norton) intentará descifrar. Esto se debe a que el Sr. Minna es una azaroso que no le cuenta a nadie lo que está planeando ni lo que ha descubierto, y por esos sus empleados Lionel, Tony (Bobby Cannavale), Gilbert (Ethan Suplee), y Danny (Dallas Roberts) no saben el lío en que está metido su jefe. Como Lionel es el protagonista, podemos olvidarnos de los demás.

Lionel padece del síndrome de Tourette, lo cual hace que tenga momentos brutal e involuntariamente honestos. Esa característica debería de hacer su trabajo difícil porque la gente lo reconocería a una cuadra de distancia, pero a su favor está el hecho de que recuerda todo con lujo de detalles. Así que la vida no es que sea tan mala siempre y cuando esté rodeado de gente que entienda su condición.

Mientras tanto, Moses Randolph (Alec Baldwin) está intentando ser el hombre más poderoso de todo Nueva York, y quiere lograr su meta sin importarle nada ni nadie. Desafortunadamente, está mandando a freír tusas a los barrios mayormente negros, y muy poca gente quiere enfrentarlo porque aprecian tener rodillas sanas y saludables. De esta gente que no coge cabeza están Gabby Horowitz (Cherry Jones) y su súper asistente Laura Rose (Gugu Mbatha-Raw), quienes están diciendo que las obras de Randolph además de sacrificar a la población negra, aumentaría los precios de las viviendas desalojando así a los menos pudientes. Y Willem Dafoe anda por ahí como un charlatán inteligente que nadie le hace caso por alguna razón.

Todo esto es interesante, especialmente cuando tenemos que ver a Lionel lidiar con su condición, que a veces resulta cómico. Lionel se toma su santo tiempo para reunir todas las pistas relacionadas a la muerte de su jefe, y cuando finalmente está a punto de descifrarlo todo, tú ya tienes todas las respuestas y sólo estás esperando confirmación. Yo no me pongo guapo por eso, ¿cuántas películas en lo que va del año las he visto con el cerebro desconectado? La gran mayoría. Entonces ya que Lionel lo sabe casi todo, hay que terminar de terminar para no alargar lo que queda, que no es mucho.

Para concluir, Motherless Brooklyn es una película que se puede ver, disfrutar, y olvidar que una vez existió. La gente hablará que todas las actuaciones estuvieron bien excepto la de Leslie Mann, quien por momentos me recordó a su rol en The Other Woman (2014). La explicación para el título de “Motherless Brooklyn” está en la película como uno de los diálogos de Lionel, y yo honestamente no sé si esa fue la mejor manera de explicárnoslo. Que no es la primera vez que la película nos trata como idiotas.