Toy Story

La mayoría pensaría “Oh, no, un review a una película de 1995. Víctor, no tienes dignidad.”

La historia empieza con un niño llamado Andy que está jugando con sus juguetes favoritos, incluyendo a un muñeco de vaquero llamado Woody (voz de Tom Hanks). Éste se entera que la fiesta de cumpleaños de Andy será hoy, cuando todavía falta una semana para que Andy cumpla años, dado que Andy y su familia se mudarían a una nueva casa la semana próxima. ¿Y quién se pondría triste por tener una fiesta de cumpleaños? Pues nada más y nada menos que los juguetes que temen a ser reemplazados.

De ahí en adelante nos introducen mejor a los demás personajes/juguetes. Se puede apreciar una buena animación de los personajes, se mueven de manera fluida y la calidad de la imagen es muy buena. Lo mejor de esta parte es que los muñecos usan sus equipos como mejor les conviene. Mis favoritos son los soldaditos verdes porque jugaba con ellos hasta la hermosa edad de 18, pero esa es otra historia.

No sé cómo puede ver con estos binoculares.

Aquí nos introducen a Buzz Lightyear (voz de Tim Allen), un juguete que no sabe que es un juguete, por ende actúa como un súper héroe. Después de todo, todos tenemos sueños y esperanzas. En fin, los demás juguetes le muestran mayor aprecio al nuevo y reluciente Buzz. Andy también demuestra mayor entusiasmo por su nuevo muñeco, quitándole el estatus de favorito a Woody.

Tanto así que hasta decora la habitación con Buzz Lightyear unos días antes de mudarse.

Todo esto se mezcla para que haya una confrontación entre Buzz y Woody, al este último sentirse apartado de Andy y todavía no caer en cuentas que es un juguete. Encuentro que por lo que pasa Woody estuvo bien presentado y da a entender los celos que siente por Buzz, y las acciones que realizó para volver a recuperar su estatus de favorito. Esto no sienta bien con los demás pues creen que Woody quiso deshacerse de Buzz de una vez por todas.

Lo que sigue es la situación de dos juguetes perdidos en el mundo humano. Uno intenta volver a Andy usando el mejor uso de sus limitadas habilidades, mientras que otro sigue desconectado de la realidad. Es interesante cómo Woody tiene que engañar a Buzz para lograr moverlo de un lugar a otro.

Ahógate con la máquina de refrescos o golpea los gusanos provenientes de este astronauta.

Debido a Buzz y su deseo de buscar una nave espacial, él y Woody caen en manos del terrorista Sid Phillips. En serio, este niño tiene problemas y de seguir así sería autor de masacres en escuelas. Nos introducen a Sid cuando explota a un muñeco, ahora para hacernos olvidar ese muñeco Sid toma una muñeca de su hermana, le corta la cabeza y le pone una cabeza de pterodáctilo. Bien hecho Pixar, ahora voy a tener pesadillas.

¿De qué están hechas las pesadillas? De esto.

En casa de Sid es que finalmente Buzz es golpeado por la realidad y se da cuenta que es un juguete, aplastándole todos sus sueños de ser guardián del espacio (así como mi ex-novia me dejó y con ello aplastó todos mis sueños). Woody le hace ver que a pesar de que la realidad es cruel, un niño llamado Andy lo hace feliz y es su deber como juguete ser jugueteado.

Woody junto a los juguetes maltratados de Sid aterrorizan a Sid para liberar a Buzz de una muerte explosiva y con ésto conseguir que Sid no vuelva a abusar de los juguetes. El niño este ahora necesitará terapia para volver a tocar otro juguete en lo que le queda de vida, y por más que diga que los juguetes se movieron solos nadie le va a creer, lo cual lo llevaría al borde de la locura y terminaría en el manicomio o peor. Gracias Pixar.

Si yo fuera Sid, dormiría con los ojos abiertos a partir de ahora.

Woody y Buzz logran escapar de las garras de Sid para correr detrás del camión de mudanza que está saliendo de la casa de Andy.En esta parte vemos camaradería entre Woody y Buzz, la recuperación de la esperanza por parte de Buzz, y la aceptación de Woody nuevamente entre los juguetes. El resto es historia.

Conclusión
Las actuaciones de Tom Hanks y Tim Allen son excellentes. La animación es muy buena y fluida. La música de fondo es perfecta y las dos canciones que recuerdo (“You’ve got a friend in me” y “I will go sailing no more”) climatizan las escenas en que se escuchan. Algunas escenas me chocan un poco, pero creo que es el efecto deseado por el director. Sin duda alguna vale la pena ver con toda la familia, solo o acompañado, y es apta para todas las edades.

Como no diría el Sr. Spock: “Al infinito y más allá.”