Everest (2015)

Everest es un relato acerca de una expedición al Monte Everest donde gente menos aburrida que yo decide arriesgarse a convertirse en paletas de carne para lograr algo muy muy difícil. Sin lugar a dudas, con un nombre como Everest y tratándose de una expedición en dicho monte, en esta película presentarán a gente morir de manera horrible. Pues bien, esta es una experiencia que merece verse en IMAX o 4K, y no, nadie me está pagando para escribir esto.

Según las letras que nos ponen al principio de la película, este asunto se basa en una historia real, lo cual es completamente innecesario si seguían adelante con las demás letras en las cuales explican que hubo expediciones al Monte Everest y luego unos neozelandeses comercializaron el asunto, al crear escaladas guiadas para no profesionales. Entonces un aventurero con mucho dinero podría decir que alcanzó la cima del Monte Everest gracias a los guías y sherpas.

Ahora, esta travesía no es nada fácil como lo dice Anatoli (Ingvar Eggert Sigurðsson), pues se trata de “una competencia entre cada uno y la montaña, y ésta siempre tiene la última palabra”. Para otro relato, ver la película dominicana La Montaña (2013). El caso es que un tal Rob Hall (interpretado en este relato por Jason Clarke) ha creado su compañía “Adventure Consultants” para guiar a los turistas a la cima del Monte Everest, y la película trata de la escalada de Mayo del 1996. Si eres como yo (y eso es algo muy improbable), entonces no sabes absolutamente nada acerca de alpinismo, ni mucho menos que un tal Jon Krakauer escribió un libro sobre esta misma escalada titulado “Into Thin Air“.

Aquí hay una muchedumbre que quiere subir a la cima, así que sólo por mencionar nombres están Jon Krakauer (Michael Kelly), un reportero; Doug Hansen (John Hawkes), un cartero; Yasuko (Naoko Mori), una alpinista que ha llegado a la cima de las otras 6 montañas; Scott Fischer (Jake Gyllenhaal), un guía de otro grupo de turistas; Beck Weathers (Beck Weathers), un tejano que necesita tiempo alejado de su esposa e hijos porque lo están volviendo loco; y Sam Worthington, quien no ha logrado revivir su carrera cinematográfica y espera que James Cameron lo haga con Avatar 2–3-y-4.

La primera hora de la película es acerca de cómo llegan a uno de los campamentos antes de dar el último paso hacia la cima. Piénsalo como un paseo montañoso en el cual no nos aburren mostrando a un montón de gente caminando del punto A al punto B sin decir una palabra, sino que nos dan par de segundos para asimilar que los números que aparecen en la esquina inferior derecha de la pantalla indican la altura. Así van subiendo en cuestión de minutos de 2.8 Km a más de 8 Km sobre el nivel del mar.

En esta primera hora es que podemos apreciar lo desalentador que es la montaña, es decir, esta es la experiencia cinematográfica que trae Everest, con un paquete todo-incluido que incluye miedo a las alturas. Esta es la razón para  ver la película, experimentar un lugar remoto sin abandonar el asiento y sin ir muy lejos. Mi desagrado con esto es que se toman más de un mes para entrenar y aclimatarse, y días en ir del campamento base al campamento 4, pero todo esto lo resumen tan rápido que no parece que sea una tarea difícil.

Entonces entramos a la segunda hora de la película, y me hacen sentir bien de que soy una criatura aburrida que no tiene el más mínimo interés en hacerle frente al Monte Everest. El último “tramo” no sólo se ve difícil, también se ve muy peligroso, y no hace falta que nos recuerden que se trata de la “zona de la muerte”. No voy a entrar en detalles específicos, pero si el clima no se ve favorable, lo mejor es devolverse y volver otro año.

Para concluir, Everest es una película de paisaje montañoso donde el único protagonista es el Monte Everest, y todos están a la merced de sus caprichos. Mientras que el drama humano no me parece que sea su mayor fuerte, desanima a cualquiera que esté en sobrepeso y escriba para un blog de cine con un pollo en el logo.