Teenage Mutant Ninja Turtles (2014)
Tortugas Ninja
¿Qué pasa cuando tomas la primera serie animada de las Tortugas Ninja (1987) o la película del 1990 y le inyectas esteroides? La serie animada del 2003, por supuesto. Tomas esta serie y le inyectas aún más esteroides, y lo que obtienes es esta Teenage Mutant Ninja Turtles del 2014. Una película en la que sus protagonistas parecen monstruos de pantano y en la que el maestro Splinter encajaría perfectamente para una película de terror. Es casi por obligación que no me gusta esta película, siendo la razón principal que tiene a cuatro Hulks.
Antes de que empecemos a echarle la culpa a Michael Bay de desatar su crueldad contra la humanidad, les debo recordar que él es uno de los productores ejecutivos, y que el director es Jonathan Liebesman. Este señor ha dirigido grandes y exitosas películas como Wrath of the Titans (2012) y Battle Los Angeles (2011). Si por casualidad crees que por “grandes y exitosas películas” estoy siendo sarcástico y lo que en verdad quiero decir es que alguien debería de dispararle en la cara con una escopeta para sacarlo de su miseria, pues tienes razón. No todo es su culpa, también hay que fusilar a los guionistas por hacer esas atrocidades carentes de sentido.
Abril O’Neil (Megan Fox) quiere ser una reportera respetada, pero eso nunca va a pasar porque tiene que hacer reportajes estúpidos que a nadie le interesa, por lo que quiere investigar la serie de crímenes realizada por unos terroristas llamados Foot Clan/Clan del Pie. Este nombre se debe a que todos sus miembros tienen un fetiche con los pies, y se dedican a robar zapatos a altas horas de la noche. Una noche cualquiera, mientras Abril intenta meterse en problemas al estilo Luisa Lane, descubre que hay un justiciero que está impidiendo que los malvados planes fetichistas se lleven a cabo.
Juegan con la revelación de este justiciero que todos sabemos se trata de cuatro tortugas que son capaces de aterrorizar a los fetichistas. El libreto es tan malo que la hija adoptiva de Destructor, Karai (Minae Noji), habla de “un justiciero” y “unos justicieros” en la misma conversación y sin darse cuenta. Esto es un insulto a la inteligencia del espectador. Quizás si no hubiera prestado atención a los diálogos me entretuviera.
Eric Sacks (William Fichtner) es un filántropo multimillonario que nadie sabe exactamente qué es lo que hace por el bien de la humanidad. Este señor definitivamente no es sospechoso. Definitivamente no está aliado a Destructor. Definitivamente no es un villano. El caso es que el plan de este señor es absurdo y que, como tengo tiempo de sobra, voy a discutirlo más abajo.*
El diseño de las tortugas es algo aterrador, y dudo mucho que quepan por una tapa de alcantarilla. Se trata de cuatro monstruos musculosos, con superfuerza, a prueba de balas, que tienen armas blancas, y saben ninjutsu (?). El maestro Splinter parece sacado de una película de horror y quizás yo hubiera disfrutado más de su breve pelea con Destructor si no hubiera estado tan horrorizado. En una movida que sólo puede tildarse de estúpida, le presentan la cara a Destructor (Tohoru Masamune) para luego meterlo en la armadura poderosa basada en un juego de cuchillos japoneses y que se ve tan difícil de usar que yo sólo pude preguntarme “¿cómo es que se arrasca la espalda?” Destructor sólo existe para pelear porque no tiene personalidad ni motivos para hacer lo que hace.
Como hoy en día cualquier vaina pasa como escena de acción, tenemos a las tortugas haciendo vainas áperas en pantalla, pero la perspectiva es horrible porque no se puede ver lo que está pasando alrededor. Será que debido a que gastaron tanto dinero en generar a computadora a las tortugas ninja es buena inversión enfocarse en dichas tortugas y no en los perdedores que les rodean. Sin embargo, admito que esto es mejor y más entretenido que los cortes drásticos a diferentes ángulos con cámaras que se mueven con el viento. Todavía no te he perdonado, Captain America 2 (2014).
Para concluir, esta entrega de Teenage Mutant Ninja Turtles no me parece que sea buena, pero tampoco tan mala como para odiarla. Cada tortuga mantiene su personalidad que ya vimos en todas las películas y series animadas anteriores, sólo que ahora están más cargadas esteroides. Digan lo que digan, todavía creo que el mejor “ninja rap” es el de Vanilla Ice de The Secret of the Ooze (1991).
Spoilert Alert!!!
*El multimillonario Sacks realmente no sabe qué hacer con su vida. Tiene una fortaleza en algún lugar del estado de Nueva York, y se puede llegar a ésta manejando o en un corto paseo en helicóptero. Sacks tiene tanto dinero que fabrica su propia nieve porque no es posible que haya dos climas diferentes en una distancia tan corta (pero pasa eso mismo en el juego de TMNT II de NES, así que mejor no digo más nada al respecto). Volviendo al plan.
Destructor y Sacks quieren lanzar unas toxinas raras a la ciudad de Nueva York (desde uno de sus edificios en dicha ciudad, claro está) y envenenar a la población. Así le venderá la cura (basada en el mutágeno) a los EE.UU. a cambio de mucho dinero para hacerse asquerosamente rico y obtener la reputación de héroe nacional o una vaina así. Digamos que necesita el dinero porque mantener la nieve de la fortaleza durante todo el año es muy costoso. Antes de eso, ¿alguien ha probado que el mutágeno funcionará para curar el veneno ese? ¿por qué envenenar a la gente cuando puede vender el mutágeno al Departamento de Defensa y hacer supersoldados?
La respuesta que muchos dirán es que Destructor es el villano y su plan es envenenar a la gente para que, independientemente de si encuentran la cura, el Clan Fetiche gane la fama de terroristas. Destructor, ¿te acuerdas de la parte en que le dices a Karai que sus hombres son débiles? Esta es una buena oportunidad para probar el mutágeno en humanos, o mejor, tú también puedas tener tu ejército de tortugas… o mucho mejor, puedes tener un ejército ninja con armadura superpoderosa como la que tienes.