Savages (2012)
Salvajes

Si puedes desconectar tu cerebro por un poco más de dos horas mientras corre Savages, pues es posible que pases un buen rato. Definitivamente no la llamaría una obra maestra, pero no fue una experiencia tan mala como me imaginaba. Tiene sus defectos en cuanto actuación, desarrollo de personajes y la trama, pero sin embargo no estuve aburrido durante todo este tiempo. Eso sí, no la volvería a ver porque creo que hay mejores cosas que hacer.
La película empieza con Ophelia (Blake Lively) diciéndonos que “sólo porque está narrando esta historia, no significa que esté viva al final de la misma”. ¡Felicidades, Ophelia! Has hecho que no me importes absolutamente nada con la primera línea del monólogo, pero no nos adelantemos a los eventos y vayamos al principio. Chon (Taylor Kitsch) y Ben (Aaron Taylor-Johnson) tienen la reputación de cultivar una las mejores marihuanas del mundo, y hasta tienen montada una red de distribución, espionaje, y protección. El caso es que estos dos señores son los amores de la vida de Ophelia, pero no en el sentido del habitual triángulo amoroso, sino más bien como un verdadero triángulo amoroso al estilo del último encuentro en Y tu mamá también (2001).
La mecánica de cómo es que funciona el romance entre estos tres personajes es algo que no me interesa saber, pero supongo que gracias a la yerba han dejado de lado la carga emocional. Chon es un veterano de guerra que debido a esto no parece tener un alma (lo cual justifica la mala actuación de Taylor Kitsch), y desde Afganistán trajo consigo las semillas de marihuana que empezaron el negocio. Ben, en cambio, es un budista botanista que se ha encargado de administrar el negocio, es decir, es un hippie (lo cual explica la actuación tan sosa de Aaron Taylor-Johnson). De acuerdo, es la cultura gringa, y vainas como esta relación pueden pasar, pero lo que no puedo entender es qué aporta Ophelia a la relación. Ella recibe yerba gratis a cambio de… Oh. Salvajes.
Si alguna vez te has preguntado cómo se ven los pálidos traseros de Taylor Kitsch y Aaron Taylor-Johnson, esta película te tiene la respuesta. Un par de imágenes que quisiera borrar completamente de mi mente, y si Blake Lively también mostrara su pálido trasero, me facilitaría la tarea. En fin, estos tres personajes se ven inintencionalmente involucrados con el Cartel de Baja, quienes quieren establecer acuerdos con la marca de helados yerba Ben & Chon’s. Sí, este cartel corta cabezas como todos los demás, pero por motivos que escapan todo razonamiento, usan la canción de “El Chavo del 8” como ringtone de celular y para las notificaciones de correo electrónico.
Entonces este cartel lo dirige Elena “La Madrina” Sánchez (Salma Hayek) desde México, y su secuaz más importante en California es Lado (Benicio Del Toro), quien tiene problemas con su acento porque no se parece al de Salma Hayek. El cartel lo que quiere es aprender la técnica de cultivo de Ben y Chon a cambio de aumentar la producción y distribución, y el 20% de las ganancias. ¿Qué podría salir mal? ¿Además de que les corten la cabeza una vez no los necesiten? Nada. Por tal motivo deciden rechazar la generosa oferta del cartel, jugar con fuego, y recrear escenas de la serie de videojuegos “Army of Two“. Salvajes.
Este debe ser el cartel más flojo que he visto porque simplemente no estaban preparados para lidiar con estos dos chamacos y toda su red de mercenarios y hackers. Adicionalmente, doña Elena tiene problemas con su hija, y por eso tiene conversaciones amistosas con Ophelia, la hija que nunca tuvo. ¿Por qué parar ahí? Vamos a insertar a John Travolta a la fórmula, que interpreta a un corrupto y exagerado agente del FBI, y a cambio de sobornos, deja pasar el negocio ilícito de Ben y Chon. Así no sé si esta película está intentando ser seria con momentos ridículos o está intentando ser una parodia del narcotráfico.
A medida que corren los minutos de Savages, van introduciendo a más y más personajes que a nadie le importa y que nadie va a recordar, todo narrado por la voz carente de toda emoción de Ophelia. Suficiente de lo negativo, vamos a lo bueno. Las actuaciones de los veteranos del cine (Salma Hayek, John Travolta, y Benicio Del Toro) son lo que salvan a esta película del desastre, siendo el personaje de Benicio Del Toro el más extraño de todos. La trama se desarrolla con buen ritmo, y no me la encontré aburrida, independientemente de cuántas jabladurías hayan hecho. El trabajo de cámara es bastante bueno, no voy a decir nada de los lens flares que insertaron, y sí, las cámaras tiemblan un poco, pero no lo suficiente como para causarme náuseas.
Conclusión
Savages es una película que considero como entretenimiento descerebrado, pues trata de tres narcotraficantes y un cartel que no sabe qué hacer con ellos. La actuación de los tres protagonistas es bastante sosa en comparación con los villanos. Aparentemente, esta película se hizo para que le tengamos simpatía a los cultivadores de marihuana que se ven limpios, tienen una red de lavado, mercenarios y hackers, y se ganan la vida sin lastimar al 99% de sus clientes.
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