Bad Boys for Life (2020)

Una secuela que sale más o menos 17 años después de Bad Boys II (2003), no puede quedar buena porque las películas son regulares y la historia ha demostrado que la mayoría no hace su tarea. Por ejemplo, Terminator 3 (2003), Indiana Jones 4 (2008), y Dumb and Dumber To (2014). Excepciones a la regla están Blade Runner 2049 (2017) y Mad Max: Fury Road (2015). Lo que pasa con Bad Boy for Life es que se trata de una emulación de Michael Bay sin llegar a lo absurdo y entretenido que puede llegar a ser.

La principal diferencia de Bad Boys for Life con las dos anteriores es que aquí quieren abordar una historia y agregarle más detalles de los necesario a la trama mientras que hay pocas secuencias de acción, y las que tienen se ven lentas en comparación con las de Michael Bay. Es como si intentaron cuidarse de los problemas de la trama descuidando las secuencias entretenidas. Han pasado más o menos 25 años desde la primera Bad Boys (1995), y el chiste es que ya están poniéndose viejos. Lo cual me recuerda nuevamente a las películas de Lethal Weapon.

Entonces en 25 años Marcus Burnett (Martin Lawerence) todavía no se ha acostumbrado a la forma en que maneja Mike Lowrey (Will Smith), y el relajo es el mismo con la velocidad. Vuelven a un Porsche después de 17 años después de una película con un Ferrari. Ellos ya son perros viejos, y Marcus está a punto de firmar los papeles y retirarse pues ya está bueno, y su hija Megan (Bianca Bethune) ha dado a luz un bebé que llamarán igual que su abuelo. Mike no piensa retirarse, pues la historia de los villanos de alguna manera está centrada en éste y yo prefiero ignorar algunos de esos detalles porque es conocer la historia de un personaje que no necesitas saber.

En alguna prisión de México, Isabel Aretas (Kate del Castillo) se escapa con ayuda de su hijo Armando (Jacob Scipio), quien fue criado por gringos porque se nota que el español no es su primer idioma. El plan de Isabel ahora que está fuera de prisión es matar a todos los involucrados en metarla presa a ella y a su difunto esposo (cuyo nombre no recuerdo). Para lograr esto, va a mandar a su hijo a Miami a que haga todo el trabajo porque éste fue criado y entrenado por criminales para convertirse en mafioso, mientras Isabel se queda rezándole a unas estatuillas de la muerte o lo que sea. ¿Y quién es uno de los responsables de que ella estuviera presa por 25 años?

El caso es que Armando llega a Miami con la finalidad de matar a los responsables de hacer sufrir a su madre, y como Mike y Marcus ya están viejos, hay una nueva unidad llamada AMMO que tiene a los niños nuevos con los juguetes nuevos y nuevas formas de hacer las cosas. La unidad está liderada por Rita (Paola Nuñez), y está compuesta por Dorn (Alexander Ludwig), Rafe (Charles Melton), y Kelly (Vanessa Hudgens). Estos cuatro pueden hacer de todo y no es necesario llamar refuerzos ni a los SWAT para que ayuden en nada, ellos son la caballería. ¿Es en serio? Uno ya está acostumbrado a que Mike y Marcus lo hagan todo, algunas cosas por error, pero como están viejos, los jóvenes son más rápidos y hablan menos. Cuando Mike tiene que enfrentarse frente a frente a Armando, uno no puede dejar de pensar en Gemeni Man (2019).

Las escenas de acción son aburridas. Todo es más lento, quitándole emoción a lo que uno está viendo. Esto es el daño que han hecho, me han hecho extrañar las explosiones de Michael Bay. También están las imágenes generadas a computadora para reemplazar ciertas cosas, y en su momento se ven tan mal que se me olvidó que es una película del 2020. Finalmente, y por alguna razón, el personaje de Marcus Burnett cambia, y pienso que es algo decepcionante e innecesario. Esa es una manera forzada de evolucionar al personaje.

Para concluir, Bad Boys for Life es otra película más destinada al olvido. Hacen el intento de tener una mejor historia, de tener mejores villanos, y de imitar a Michael Bay, pero la franquicia de por sí no es muy entretenida y yo lo que encuentro divertido son las interacciones entre Mike y Marcus.