Terminator 3: Rise of the Machines (2003)

Una película que he estado evitando desde la primera vez que la vi es Terminator 3: Rise of the Machines, pero como el futuro no está escrito, recientemente he tenido la obligación de volver a verla para poder escribir estas líneas. Pues déjenme decirles que mi experiencia no fue como yo recordaba, yo sólo me acordaba de que era una película mala. TERMINATOR 3 ES UNA PELÍCULA MALA Y ABURRIDA. ODIO CADA SEGUNDO DE ESTA VAINA. DETESTO EL HECHO DE QUE EXISTE.
Terminator 3: Rise of the Machines intenta recrear lo que hace grande a Terminator 2: Judgement Day (1991), pero falla miserablemente y parece una película hecha por The Asylum. Ya sé por qué mi cerebro decidió olvidar casi todo lo relacionado a esta película, no es sólo que que la considero mala, es que la odio. Odio que el universo de Terminator se vuelve un desastre, odio a todos los personajes de esta película, odio que dichos personajes sean estúpidos, odio que la acción sea aburrida, odio los diálogos, odio los efectos visuales/especiales, odio los chistes malos que tiene, odio los efectos de sonido parecen sacado de caricaturas, odio que el T-800 se la pasa dando explicaciones, y sobre todo, odio que la combinación de todo esto hacen que la película parezca una caricatura mal hecha con muñecos generados a computadora. AHORA ESTOY DE MAL HUMOR.
La película inicia con un perdedor hablando acerca de un futuro apocalíptico que no existe, y lamentándose por alguna razón que a nadie le importa. ¿Quién es este perdedor? John Connor (Nick Stahl), el hombre que estaba supuesto a convertirse en líder de la resistencia humana. Debido a que evitaron el “Día Del Juicio Final” por los acontecimientos de T2, John Connor no sabe qué hacer con su vida y por eso se convirtió en un perdedor. ¡¿A QUIÉN SE LE OCURRIÓ ESTA IDEA?!
A las máquinas del futuro se le acabaron los números y deciden enviar al presente a una Terminator o Terminatrix o Herminator o Feminator modelo T-X (Kristanna Loken) para eliminar a los futuros subordinados de John Connor, así como lo han intentado hacer par de veces con la familia Connor. En una dicen que este robot asesino “es más inteligente” que el T-800 de Chucheniguel, pero tiene un arreglo de armas y en ningún momento las sabe usar. El T-1000 nunca dudó en usar sus manos de cuchillo, y el T-800 nunca titubea en disparar un arma. ¡¿ENTONCES POR QUÉ DEMONIOS UN ROBOT ASESINO CON ARMAS INTEGRADAS NO LAS USA DESDE UN PRINCIPIO?! EN NINGÚN MOMENTO CREO QUE LA BASURA DE T-X ES UNA AMENAZA PARA LOS PROTAGONISTAS. OH, Y DE PASO LE AGREGAN NANOMÁQUINAS PARA CONTROLAR VEHÍCULOS A DISTANCIA, Y ESO NO TIENE NADA DE ÚTIL.
Por supuesto, el defensor del perdedor de Connor también tiene que venir del futuro, y vuelve otro T-800 más (Arnold Schwarzenegger) para orientarlo a su inevitable futuro. Bueno, pues el futuro está escrito, sólo que a alguien se le olvidó ponerle fecha a los acontecimientos. Mientras que James Cameron se esforzaba porque el Terminator de Chucheniguel hablara lo menos posible, los guionistas de esta vaina decidieron que el condenado robot asesino debe dar explicaciones de todo. ¿Qué demonios? En las entregas anteriores los humanos eran quienes llevaban la trama, pero esta vez ese es el trabajo del T-800, dado que los humanos son personajes débiles que a nadie les importa.
Complicando más el asunto, está una tal Kate Brewster (Claire Danes), que patea más traseros que el perdedor de John Connor. No hay ninguna forma de que me agrade esta tipa porque la mayor parte de la película se la pasa gritando aterrada, y eso que dije que patea más traseros que el perdedor aquel. Quizás con la Feminator y esta Kate Brewster los responsables estaban buscando roles de mujeres fuertes, para no dejar a Linda Hamilton como la única mujer que vale la pena recordar, y para intentar alcanzar lo que hizo Robert Patrick como un Terminator en T2. No me gusta la historia de esta mujer, ni su participación, ni tampoco me agrada la insípida Terminatatrix. Si quieren que me agrade a base de explicaciones del T-800, pues no lo lograron.
Terminator 3: Rise of the Machines fue mucho más que una decepción luego de 12 años desde la última Terminator, pues para mí esta vaina representa un objeto en el cual reposar todo mi odio. Han pasado más de 10 años desde la primera vez que la vi, y mi opinión sólo ha cambiado para odiarla aún más.
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