True Memoirs of an International Assassin (2016)
Memorias de un asesino internacional

Quizás yo lo odio todo, pero más importante me odio a mí mismo, y por eso me siento a ver vainas como True Memoirs of an International Assassin, un título demasiado largo como para volver a escribirlo, y una película que carece de gracia. Parte de la idea que Kevin James puede ser un agente o un asesino, pero algunos se lo toman en serio y otros no, hasta que tiene que demostrar que sí puede serlo. ¿He visto algo similar antes? Probablemente.
Samuel L. Larson (Kevin James) está escribiendo su libro titulado igual que esta película, mientras se gana el pan en un trabajo de mala muerte, pero muestran que ha estudiado todo lo necesario para que su libro se sienta lo más real posible, lo cual no significa que pueda usar esas habilidades en la vida real, ¿o sí? En libro, él es Mason Carver, y mata terroristas o narcotraficantes o lo que fuere al estilo John Wick (2014), y al final termina salvando a la chica. Por supuesto, tiene problemas terminando el libro, algunas ideas no son las mejores, y consulta a un ex-analista de Mossad llamado Amos (Ron Rifkin), pero lo más difícil es intentar publicar el susodicho libro.
Para no cansar el cuento, se aparece una tal Kylie Applebaum (Kelen Coleman) que publica el libro en una plataforma digital bajo la categoría de “no ficción”, por lo que muchos asumen que se trata de una historia real y que Sam Larson es un mítico asesino conocido como “Ghost” o “Fantasma”. Porque a nadie se le ocurrió que Larson sólo está publicando la historia de Carver, así que asumen que Larson es Carver. En el libro, Larson termina salvando a su vecina real, y esto no termina en absolutamente nada sólo para demostrar que Sam es un poco raro frente a la gente.
Entonces como hay gente burra en el mundo, Sam es raptado por unos revolucionarios venezolanos liderados por El Toro (Andy Garcia), que quiere que asesine al presidente venezolano Miguel Cueto (Kim Coates), mientras que éste a su vez quiere que asesine al narcotraficante Anton Masovich (Andrew Howard), mientras que éste a su vez quiere que asesine al guerrillero El Toro. Ya te puedes imaginar por dónde irá esto porque Sam no es nada peligroso hasta que un día tiene que demostrar que puede serlo.
Sam no estará solo en el lío, ya que la ex agente de la DEA, Rosa Bolívar (Zulay Henao), lo empujará para que siga poniendo su vida en peligro. También hay una parodia de la CIA en los agentes Cleveland (Leonard Earl Howze) y Cobb (Rob Riggle) que de alguna manera controlan el equilibrio de poder en Venezuela a través de los tres panas mencionados anteriormente (El Toro, El Presidente, y El Ruso). ¿Por qué tiene que ser tan complicado? No lo sé, y no es que me importe. El problema es que nada de esto es gracioso, nada de lo que dicen es gracioso, y no tengo ninguna razón para seguir viendo la película.
Para concluir, si quieres admitir que te odias a ti mismo, pues sólo tienes que ver True Memoirs of an International Assassin, porque no hay forma de que alguien haya visto esto y haya dicho “sí, tenemos a una comedia”.