Moonraker (1979)

Moonraker es la undécima película de James Bond, y la cuarta que protagoniza Roger Moore. Luego de haber visto The Spy Who Loved Me, sólo me quedó la impresión de que decidieron reciclar la trama, cambiando algunos de los personaje, es decir, Moonraker es prácticamente lo mismo que la película anterior. Debido a esto, puedo decir que este filme me pareció aburrido y repetitivo, y que no quisiera volverlo a ver (y apenas estoy empezando el review).
La película empieza con el robo de un transbordador espacial que estaba siendo transportado encima de un Boeing 747. Por alguna razón dicho transbordador tenía suficiente combustible para que los ladrones pudieran llevárselo. James Bond estará a cargo de investigar la desaparición de dicho transbordador y, de ser posible, devolverlo a su dueño. El dueño es Hugo Drax, el fabricante más grande de transbordadores espaciales, y todos se llaman Moonraker (o ese sería el modelo).
El Villano
Hugo Drax (Michael Lonsdale) es un multimillonario que prácticamente lo tiene todo y un poco más. Es más rico que Tony Stark y Bruce Wayne combinados, y gasta su fortuna porque no sabe qué hacer con el dinero. Lo único que sabemos de él es que detesta a la humanidad, y que quiere limpiarla para que sólo habite una raza suprema. Sí, su ideología se parece un poco al viejo Stromberg, de The Spy Who Loved Me, combinado con algunas de las ideas de Hitler.
Su plan malévolo consiste en exterminar la raza humana por medio de un gas nervioso que no afecta la flora ni la fauna del planeta. Él y sus empleados estarían sanos y salvos en una estación espacial cuando su gas nervioso sea esparcido por todo el mundo, eliminando por completo a la humanidad. Sus empleados fueron elegidos como la raza que habitaría el nuevo mundo, posicionándolo como el líder supremo y la máxima autoridad. En el review anterior dije que las ciudades submarinas nunca han funcionado; una ciudad espacial tiene aún menos chances de funcionar. Al menos en el mar tendrían mariscos y algas, en el espacio sólo tendrían lo que se llevasen — de hecho, Drax hubiera tenido más éxito que Stromberg si se hubiera ido por una ciudad marina, ya que no dependería de unos submarinos nucleares.
Su compañía es la fabricante de transbordadores espaciales, y los presta a la NASA para las misiones espaciales. Me imagino que su negocio no tiene tanta competencia ni tantos clientes, y que sólo por placer tiene unos cuantos transbordadores espaciales en su patio. ¿Por qué robar su propio transbordador? Porque es un idiota, entiendo que tome mucho tiempo construir uno de los transbordadores, pero si su plan se basa en el uso de éstos, fuese mejor si fabricara unos cuantos más de repuesto (a él le sale a precio de construcción).
Chang (Toshirô Suga) es el sirviente de Hugo Drax que, además de estar completamente desconectado con la moda de su lugar de trabajo, es quien hace los trabajos sucios, como servir el té, espiar a las personas, e intentar matar a Bond. Este es uno de los personajes que desaría jamás haber visto, es terrible, ridículo, e inservible. No es culpa del actor, sino de quien se le haya ocurrido incluir semejante personalidad en la película.
Richard Kiel vuelve a interpretar al super-hombre Jaws. No hay mucho que agregar, pues ya lo cubrí en el review pasado. En esta ocasión encuentra a una chica bonita con la que caerá enamorado y se retirará del mundo criminal. El y la chica actúan como si fueran mudos, pero sólo ellos sabrán cómo diantres se comunican. Creo que hicieron un mejor trabajo mostrando lo gigantesco que es Jaws con relación a los simples mortales que le rodean.
Las Damas
La Dr. Holly Goodhead (Lois Chiles) es una agente de la CIA que tiene como misión investigar la desaparición del transbordador. Esta es la razón por la que trabaja como agente encubierto, haciéndose pasar por una doctora de cohetes — o lo que fuere. Por casualidad es la misma misión que tiene Bond, así que no debería de haber problema en que trabajaran juntos. Su entrenamiento es tan bueno que está entrenada como astronauta, lo cual será importante eventualmente. A diferencia de Maya Amasova en The Spy Who Loved Me, la Dra. Goodhead no tiene que ser rescatada, sino que es vital detener el plan de Drax.
Su nombre es terrible y muy malo, característico de las películas de Bond, pero todavía la reina de los nombres malos es y seguirá siendo Pussy Galore de Goldfinger.
Corinne Dufour (Corine Cléry) es la piloto encargada de buscar a Bond al aeropuerto de California para llevarlo a la mansión de Drax. Al igual que Stromberg, a Drax no le importa tanto sus empleados, por lo que Corinne ocupa más tiempo en pantalla de lo que su personaje necesitaba.
Manuela (Emily Blunt) es la agente brasileña en Río de Janeiro que momentáneamente escolta a Bond. No hace más nada.
Los Aparatos
Bond usará esta pequeña pulsera en su muñeca derecha, y lanza dos tipos de dardos mediante cierto movimiento de muñeca. Esta pulsera aparecerá cuando la necesite, pues necesita vestir camisas con mangas largas para poder ocultarla correctamente.
Hay dos tipos de dardos: los que perforan, y los que tienen cianuro. No sé distinguirlos ni tampoco sé cuál es el tipo que Bond dispara en las 2 ocasiones que lo require. Podría deducirlo basándome en las circunstancias, porque después de todo funcionan a base de magia, al igual que la pulsera.
En lo que yo diría es un paso atrás en la tecnología de cajas fuertes, este aparato sirve más como unos rayos-X para poder ver el mecanismo de seguridad. En películas anteriores esto estaba automatizado, pero al parecer esos aparatos eran menos creíbles.
Esta cámara portátil es usada por James Bond para tomar fotografías de los planes malévolos de Drax. Para tener tanto dinero, Drax no pensó en el aspecto de seguridad de sus planes.
En un viaje a Venecia, Italia, James Bond se ve en la necesidad de viajar con estilo en una góndola motorizada. Además de estar motoridada, infla un colchón de aire para flotar tranquilamente sobre las calles de Venecia.
En un viaje a algún río de Brazil, James Bond se ve en la necesidad de viajar con aún más estilo en un bote. A pesar de todo el dinero que tiene Drax, no es capaz de darle a sus empleados un bote que sea suficientemente rápido para alcanzar al de Bond. Este bote lanza minas que flotan y explotan al contacto, torpedos que persiguen a su objetivo,y una ala delta de escape — porque estando en un bote, nunca sabes cuándo necesitarías un ala delta.
En caso de necesitarlo, el reloj Seiko de James Bond contiene un explosivo plástico en su interior con una pequeño cable para detonarlo a distancia. Roger Moore debió haberse cortado las uñas antes de que filmaran esta escena, pero eso no viene al caso.
La estación espacial de Drax es lo suficientemente grande como para que más de 6 transbordadores espaciales puedan “aparcarse.” Debido a que rota sobre su eje imaginario, puede similar la gravedad de la Tierra en 0.8G. Desde esta posición lanzarían unas esferas conteniendo el agente nervioso para extinguir a la raza humana. Además tiene un cañón láser para derribar a cualquier nave espacial que se acerque, y un interruptor de radares para no ser detectada. Digamos que me agradó el desarrollo de la película en esta estación espaciqual, y es cuando me pareció que se puso entretenida, con los efectos especiales y demás. Lamentablemente, aquí es cuando la película echa toda la lógica por el caño, y alcanza un nivel de ridiculez insuperable.
Como dije anteriormente, Drax tiene algunos transbordadores espaciales en el patio de su casa, y puede lanzarlos sin problemas desde Brazil. Al parecer él es capaz de lanzar tantas misiones espaciales como necesite, pues construir semejante estación espacial tomaría mucho tiempo. Por esto sería imposible que los gobiernos de Russia y de EE. UU. no se hayan dado cuenta de la construcción de semejante aparato, ni de tantos lanzamientos espaciales. Luego de que Bond y Goodhead destruyen el dispositivo que hace que la estación espacial sea indetectable, NASA lanza transbordador (que llega en menos de 2 minutos) cargado de astronautas equipados con pistolitas láser.
Conclusión
Moonraker me pareció una película lenta, e hizo que me durmiera en dos ocasiones. Toda la trama fue reciclada de la película anterior, The Spy Who Loved Me, pero con pequeñas mejoras y otras cosas peores. Roger Moore sigue siendo un buen James Bond, Lois Chiles hace un buen trabajo como agente de la CIA.
Hugo Drax en lugar de ayudar a la humanidad a avanzar en cuanto a materia espacial se refiere, decide mejor intentar deshacerse de todos los seres humanos. Algo muy similar a lo que intentó su antecesor, Karl Stromberg, y falló miserablemente. A diferencia de Stromberg, al menos Drax tiene más relevancia como villano, en lugar de ser un hermitaño que sólo presiona botones para lograr su objetivo.
La música estuvo bien eleborada, pero la canción del principio no me movió. Los efectos especiales de este filme sobresalen por ser muy buenos (las explosiones, los transbordadores, y los lásers), y me gustó el trabajo del escenario final, la estación espacial. En definitiva, no me gustó Moonraker.
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