Extraction (2020)
Misión de rescate

Si hay algo que los directores de coreografías de peleas y vueltas maromas de película saben hacer es rodar una buena escena de acción. Eso es uno de los puntos fuertes de John Wick (2014), y es el mismo caso de Sam Hargraves, quien ahora debuta como director en Extraction, que es como una John Wick con un poco de agua para que rinda. En el peor de los casos sería una Taken (2004) en Bangladés.
Tyler Rake (Chris Hemsworth) es un mercenario australiano que tiene una nueva misión, rescatar a un carajito indio, Ovi (Rudhraksh Jaiswal), de las garras de un narcotraficante bangladesí. Ovi es hijo de un narcotraficante indio, por lo cual es necesario meter a un mercenario de por medio porque ningún policía o agente federal se involucrará en este meneo. Ahora bien, cuando hablan de que un hijo de un narcotraficante es raptado por otro narcotraficante, pues los lugares en los que yo menos pienso es India y Bangladés, pero es quizás porque soy de este lado del planeta, y que se base en una novela gráfica llamada “Ciudad” no me ayuda a enfocarme en India-Bangladés.
Lo importantes es que no hablan mucho y uno puede intentar entender a los personajes sin muchas explicaciones. Ovi al ser hijo de un narcotraficante, tiene choferes y vive en una casa lujosa, y su padre le prohíbe juntarse con la chusma por mucho tiempo porque le puede pasar algo malo. Saju (Randeep Hooda) es el contador (?) del padre de Ovi, y de alguna forma es quien tiene la responsabilidad de cuidarlo. Al menos lo “cuida” cuando está trabajando porque si el carajito se va sin que nadie lo vea, pues Saju no tiene la culpa. El caso es que Saju es quien contrata a los mercenarios para rescatar a Ovi, y sin decirnos mucho uno se da cuenta que el pana no es un contador (?) común y corriente nos dan ciertas pistas visuales cuando nos presentan a su familia.
Me causa gracia dos cosas, la primera que Rake se traduce a rastrillo, la herramienta de jardinería, y la segunda es que Chris Hemsworth no se parece a un “Tyler”. Casualmente hacen dos observaciones relacionado al nombre del personaje e incluso hay una escena de acción, y me sorprende que Joe Russo y Sam Hargraves hayan traído eso a colación como si estuvieran diciendo “también estamos al tanto de gente como tú, manín, que quieres prestar más atención de lo necesario”. La historia o la trama no son la razón por la que uno va a invertir tiempo en la película esta, lo que uno viene a ver es la acción.
Y en Extraction se van completamente por la ruta de John Wick, es algo glorioso, y no puedo poner en palabras lo alegre que estaba viendo una secuencia de acción de más de 11 minutos en la que pasa de todo. Adicionalmente, no recuerdo ninguna película en la que se usaran un kerambit, y definitivamente es algo bienvenido en las escenas de las peleas cuerpo a cuerpo. No quisiera que Hollywood sacara 20 películas de acción y que en todas usaran kerambit, pero yo estaría más que feliz si apareciera en dos de éstas (y Extraction es la primera, así que sólo les queda una). Por último, no hay muchas diferencias con los tiroteos de otras películas, pero es evidente que aquí sí saben capturar y presentar los balazos. Sí hay efectos visuales para explosiones y sangre, pero ya esa es la nueva realidad.
Para concluir, Extraction es de esas películas que no te sientas a ver porque te encanta la trama, sino porque al momento en que alguien la está viendo, hay una escena de acción que te llama la atención independientemente de la historia. Es como de esas películas que no importa si la ves completa o no, sólo esperas terminar una secuencia de acción y seguir haciendo lo que estabas haciendo, como sazonar la carne molida para los jambergues que vas a hacer.
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