Peppermint (2018)

Peppermint es una colección de malas ideas que al final terminas preguntándote dónde dejaron la otra mitad de la película. La única referencia a la palabra “peppermint” que recuerdo en la película entera es el sabor de un helado que bien puede ser menta o yerbabuena. No es que importe, honestamente, pero yo creo que esa es la primera mala idea, el título de la película es un helado que sólo es mencionado una sola vez.

La idea general es que Riley North (Jennifer Garner) pierde a su esposo y a su hija cuando unos pandilleros les disparan desde un vehículo mientras ellos estaban comiendo helado. Así que Riley no termina bien de la cabeza por lo sucedido, pero si la policía y la corte encarcelan a los criminales, pues no habría ningún problema, ella seguiría con su vida endeudada e incapaz de pagar el préstamo hipotecario. ¿Qué sería peor a largo plazo? Como esto no pasa, pues ella se hace la idea de que el fiscal, el abogado de la defensa, el juez, y los criminales están confabulados, así que va a tener que tomar la justicia en sus manos. Tú sabes, algo así como Law Abiding Citizen (2009).

Riley entonces se desaparece por 5 años, algunos dicen que primero se tomó unas vacaciones viajando por el mundo, y ahora lo que busca es venganza, eliminar a todos los que tuvieron que ver con la muerte de su familia y el sistema corrupto, incluyendo al jefe de los narcos, Diego García (Juan Pablo Raba). Ahora uno se está preguntando ¿qué tiene que ver Diego García con la venganza de Riley? Por supuesto, es un narcotraficante y por eso es el villano, pero si a eso vamos quizás ella termine yendo a México a exterminar carteles. Aquí yo considero que hay otra mala decisión, Riley se desaparece por 5 años y lo único que sabemos de ella es a base de diálogos que tienen las autoridades acerca de ella.

Bueno, pues Riley empieza a matar gente, y yo juraba que la película era clasificación “PG-13” por la falta de violencia y los cortes que dan la idea de que algo violento está pasando pero que no lo presentan para evitar perturbar a los infelices que están viendo la película esta. Con todo y falta de violencia, las secuencias de acción me gustaron más que en Mile 22 (2018), que estaba supuesta a estar cargada de adrenalina pero se cagaron afuera del cajón. En Peppermint, en cambio, es que la protagonista tiene la tarea fácil con un montón de malhechores incompetentes que no agregan emoción a la acción. Hablando de violencia, otra mala decisión es que a la mayoría de los involucrados con la tragedia inicial y el posterior juicio, Riley los mata fuera de cámaras y/o son reducidos a una línea de diálogo. ¡Qué flojo! La venganza pasó y no nos la enseñaron para concentrarse en el jefe de los villanos.

Entonces, inicialmente lo que quieren es vendernos una película de acción, pero entonces toman atajos tanto en el entrenamiento de la protagonista, las secuencias de acción, y las personas sobre las cuales se va a vengar para convertirse en una película sobre una jeva que se enfrenta a un cartel. Esto no tiene la misma carga emocional y de por sí no estoy tan interesado en Diego García, porque yo estoy asumiendo el final basándome en los atajos que han tomado. Yo no me voy a acordar de nada de esto porque no hay nada memorable ni diferente, exceptuando los bloques de redes sociales que no me interesan en lo absoluto.

Jennifer Garner hace el empeño de volver a ser heroína de acción, porque resulta ser una mala idea meterse con la familia de Sydney Bristow o Elektra (2005), pero no creo que su esfuerzo haya valido cuando a nadie le importa los villanos estos. John Gallagher Jr. está en esta película como el detective Stan Carmichael, y en ningún momento yo puedo creer que él es un policía. John Ortiz se ve más serio como policía, pero parece más que se toma su trabajo calmadamente.

Para concluir, no creo que Peppermint sea una buena película, pero si no prestas atención a los motivos o a la historia, pues es posible encontrar algo de entretenimiento en las secuencias de acción que no son tan buenas como deberían ser. Yo no me voy a acordar de nada relacionado a esta película.