The Bourne Ultimatum (2007)

The Bourne Ultimatum es considerada por muchos como la mejor de la trilogía original del autor Robert Ludlum. Al igual que en The Bourne Supremacy (2004), seguiremos explorando el pasado del señor Jason Bourne, pero como siempre, mientras más avanza la serie en el futuro, más viajamos al pasado. Quizás hasta hagan una película que presenten cómo se conocieron sus padres. Paul Greengrass vuelve a tomar las riendas como director, y se nota que su estilo ha mejorado para darnos una buena película de acción.

La película empieza con Jason Bourne (Matt Damon) huyendo de la policía rusa porque… ¿qué diablos? Así no fue que terminó la película anterior. Lo que sucede es que Ultimatum empieza antes del final de Supremacy, y la escena final de Supremacy en verdad termina siendo una escena en medio de Ultimatum. ¿Cuántas personas pueden hacer algo así? Yo no sé, pero Paul Greengrass lo logró, así que el inicio The Bourne Ultimatum puede ser un poco confuso pues la policía rusa todavía lo está persiguiéndo después del momento que llamaremos “la confesión de Bourne”. Tú y yo sabemos que se escapa.

Pamela Landy (Joan Allen) todavía cree en Bourne, que éste no está interesado en hacerle daño a la CIA porque él lo que quiere es vivir tranquilo, y que si alguien lo ayudara a recordar su pasado, sería mejor. Sin embargo, este punto de vista no lo comparte el jefecito de la CIA Ezra Kramer (Scott Glenn), pero nadie tiene una buena excusa para cazar a Bourne, sólo que están aburridos y que es el último sobreviviente del proyecto “Treadstone”.

Hablando de Treadstone, hay un reportero llamado Simon Ross (Paddy Considine) que está investigando todo los proyectos secretos de la CIA que tienen que ver con Jason Bourne a fin de publicar su pequeña serie de artículos en el periódico sobre cómo están creando súper agentes. Su fuente le dice que luego de Treadstone vino Blackbriar, que es lo mismo que cambiar el envase de la chocorrica. Esto hace que el reportero de pacotilla se convierta en el blanco de la CIA por estar indagando vainas que no le incumben, pero como nadie sabe quién es su fuente, le echan la culpa a Jason Bourne. El equipo de fumigación dirigido por Noah Vosen (David Strathairn) tiene la finalidad de exterminar a Bourne porque sí.

Además de las buenas secuencias de acción, la película se caracteriza por un sabroso drama político entre Pamela Landy y Noah Vosen. ¿Está Noah Vosen en lo correcto al querer eliminar a Bourne sin evidencias y sin que le importe el daño colateral? ¿Está Pamela Landy en lo correcto al querer ayudar a Bourne porque es un alma en pensa con un caso severo de amnesia? Sí, uno de estos dos es un amo del mal. Lo que no me queda muy claro es la inclusión de Nicky (Julia Stiles) en todo el rollo, pues en las dos películas anteriores tenía razones para estar ahí, pero ahora ella simplemente se aparece porque sí. Aún así, debido a esto conoceremos un poquito más de su historia.

Lo que me gusta de la trilogía de Bourne es que puedes ver cualquiera de las tres películas sin ningún contexto y son entretenidas. Por supuesto que están entrelazadas por tratarse de la historia del personaje titular, pero no es necesario entender al 100% la historia para pasar un buen rato porque son películas completas. Si entiendes la historia y sigues la trayectoria de Jason Bourne, pues mejor. Así te enteras que el pana no es alguien a quien quieras robarle su sopa. Él no se mete con nadie si nadie se mete con él, pero no aprenden.

Para concluir, soy de los que está en el grupo que considera a The Bourne Ultimatum como la mejor película de la trilogía original. Tiene acción, tiene drama, las cámaras se tambalean, pero la edición es buena, y todavía tenemos la misma canción del final. Las secuencias de acción son algo de lo que se seguirá hablando cuando se hable de Bourne y la razón por la que siempre me llamará la atención al pasar los canales de cable.