Kung Fu Panda 3 (2016)
Kung Fu Panda 3 es la necesaria continuación a Kung Fu Panda 2 (2011), la cual terminó diciéndonos que habría una secuela lo quieras o no. La espera ha llegado a su fin y esta vez el maestro Shifu quiere que Po se convierta en maestro de Kung Fu para él poder retirarse y convertirse en un maestro del Chi. Ya creo que a estar alturas sabremos cómo terminará esto del Chi porque, después de todo, ya van dos películas en las que Po aprende algo nuevo.
Por razones que desconozco no se llaman los Seis Furiosos, pero Po (Jack Black) sigue luchando junto a Tigress (Angelina Jolie), Viper (Lucy Liu), Monkey (Jackie Chan), Mantis (Seth Rogen), y Crane (David Cross) para traer justicia a donde haga falta (o lo que sea que es lo que hacen). Sin embargo, el maestro Shifu (Dustin Hoffman) quiere que Po se convierta en el maestro de los Cinco Furiosos para así él retirarse de enseñar artes marciales. Las preguntas que debe hacerse Po son “¿quién realmente soy? ¿qué significa ser el Guerrero Dragón?” si realmente quiere llegar a cumplir el destino que el maestro Oogway (Randall Duk Kim) había previsto.
Hablando de Oogway, éste se encuentra en el reino de los espíritus, donde ha estado el villano Kai (J.K. Simmons) atrapado por unos 500 años. Kai quiere volver al mundo de los mortales, y para lograrlo ha capturado a un montón de fenecidos maestros de Kung Fu en pequeñas piedras de jade, apropiándose así de su Chi. Estamos claro que logra escapar de dicho reino de los muertos y se enfrentará a Po, pero me estoy adelantando a los acontecimientos.
En las películas anteriores nos habían dejado claro que Po fue adoptado por el Sr. Ping (James Hong), pero ahora en Kung Fu Panda 3 se encontrará con su verdadero padre, Li Shan (Bryan Cranston), quien lo llevará a la aldea secreta de pandas y le enseñará el estilo de vida de un verdadero oso panda. Esto me parece interesante, pues Ping siempre ha sido el padre de Po, y ahora que Li entra al cuadro no significa que vayamos a olvidar a Ping, sino que Po tendrá que dividirse entre ambos. Tú también sentirías celos si luego de 20 años de limpiar pañales alguien viniera a robarse tu hijo.
Quizás es la calidad de las películas o mi gusto por la comedia, pero en cada iteración me he estado riendo más con la franquicia. Asimismo, he notado que cada vez entran en temas menos profundos. En Kung Fu Panda (2008) hablan de que no hay un ingrediente secreto para dar lo mejor de ti, mientras que en Kung Fu Panda 2 (2011) hablan de la paz interior que puedes obtener aceptando los momentos más agrios de tu vida, y entonces en Kung Fu Panda 3 hablan de Chi sin desarrollar mucho la idea.
Para concluir, creo que al igual que las entregas anteriores, Kung Fu Panda 3 es una película divertida con buena animación y una buena historia que puede perderse entre los chistes y las secuencias de acción. Quisiera que los Cinco Furiosos hicieran más, pero entonces esto le restaría tiempo en pantalla a los adorables pandas.