Jack Ryan: Shadow Recruit (2014)
Jack Ryan: Código Sombra

Por lo general, no me gustan las películas demasiado pro-yankies, ya saben, de esas que alimentan la paranoia de sus ciudadanos poniendo como enemigo a toda una nación. En estos días les ha tocado el mazo a China, Rusia y Corea del Norte, en la película Jack Ryan: Código Sombra, el némesis del tío Sam es la gélida mafia rusa. Una hora y media de acción y espionaje atada a una cursi historia de amor, con momentos que a veces desesperan de tanta letargia.
Entonces, la película inicia con el mítico personaje de Jack Ryan (Chris Pine) en sus inicios (recordemos que este personaje tiene toda una saga), que se embarca en una misión a Afganistán luego de los ataques del 9-11. En dicha misión Jack sufre un accidente de helicóptero que lo deja gravemente herido y, mientras recibe fisioterapia, conocerá al amor de su vida, la doctora Cathy Muller (Keira Knightley). Mientras Jack intenta caminar durante su terapia de rehabilitación, es observado por el agente de la CIA Thomas Harper (Kevin Costner) que luego pide una reunión con él. Harper le propone a Jack regresar a la universidad para obtener su PhD en economía con el fin de que la CIA pueda reclutarlo como analista trabajando encubierto en Wall Street para rastrear dinero ligado al terrorismo. Años después, Jack entra a trabajar a una importante firma financiera, un día descubre unas cuentas rusas a las que no puede acceder. Dichas cuentas pertenecen a la compañía de Viktor Cherevin (Kenneth Branagh), a quien Jack Ryan se verá obligado a conocer en persona si es que quiere averiguar sus verdaderos planes y confirmar sus sospechas sobre un posible golpe mundial que desestabilice el dólar, y con ello la economía norteamericana. Pero ni Jack ni el comandante Harper contaban con involucrar de manera imprevista a su novia Cathy.
La película inicia y de hecho mantiene una atmósfera bastante fría y pesada, lo que a veces con los largos diálogos y problemas de pareja entre el personaje de Jack y Cathy, la verdad es que pueden llegar a aburrir hasta la médula. La película es como un sí y un no juntos; momentos aburridos para saltar sin aviso alguno a momentos de intensa acción y suspenso, para luego regresar a la monotonía, y así sucesivamente.
En cuanto a personajes comenzaré por citar al que mi parecer fue la mejor interpretación, y me refiero a la del villano y director de la película, Kenneth Branagh. Frío, calculador y convincente antiestadounidense, parece haberse quedado para sí mismo los diálogos y escenas más profundas del thriller. En cuanto a Keira Knightley (la otra actriz que no es Natalie Portman) como Cathy, si bien luce más que cómoda, aparte de la cena en la que entabla un magnífico diálogo con Viktor Cherevin, su presencia no resulta ser de tanto peso como la de los personajes a los que acostumbra.
El personaje de Kevin Costner como el comandante protector de Jack Ryan es a lo justo; no es el protagonista, sólo una parte complementaria del mismo, su descubridor y maestro en el terreno. En cuanto al protagonista en sí, Chris Pine ya había interpretado el papel de héroe antes como el irreverente Kirk en Star Trek (2009) y Will en Unstoppable (2010), por lo que vendría a ser algo habitual verle como tal. Con respecto a los héroes de acción, la verdad es que no creo que requieran más que correr y reaccionar de manera creíble a las distintas situaciones que se dan, algo que creo Chris Pine ha cumplido bien.
La película es buena, de argumento típico y de moda, y sobretodo predecible. Predecible porque al final todos sabemos cómo terminar’s, es decir, estamos viendo una película del gran Jack Ryan; analista económico de la CIA y ex-marine patea traseros, dispuesto a poner en peligro a la mujer de su vida con tal de conocer y ser condecorado por el presidente de los Estados Unidos como héroe de la nación. ¿Qué más hsy que decir? Aparte de que la mayor intensidad de la película es dejada para el final, creo que Jack Ryan: Código Sombra, dentro de su género es buena.
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