The Hitman’s Wife’s Bodyguard (2021)
Duro de cuidar 2
Considero que The Hitman’s Bodyguard (2017) fue un éxito por lo que decidieron hacer una secuela independientemente de cuánto hayan trabajado en ella, y lo que tenemos es The Hitman’s Wife’s Bodyguard, que es una secuela apresurada con la finalidad de intentar capturar la billetera de su audiencia. Dicho esto, todavía me parece divertida porque una mitad de la película es precisamente lo que esperaba y la otra mitad es, bueno, vas a odiarla.
Blah, blah blah, la Unión Europea va a imponer unas sanciones económicas a Grecia por alguna razón y el Sr. Aristotle Papdopolous (Antonio Banderas) va a destruir toda la infraestructura de Europa como represalia. Eh, lo que sea. Mientras tanto, una terapeuta le recomienda a Michael Bryce (Ryan Reynolds) que se tome unas vacaciones sin armas, sin sangre, y sin violencia. Así podría relajarse un poco por el hecho de que todavía no tiene su licencia de guardaespaldas. A su ex esposa ni la mencionan.
Entonces mientras Michael está disfrutando de sus vacaciones, se aparece Sonia Kincaid (Salma Hayek) con una lluvia de tiros porque sí, diciendo que necesita de su ayuda para rescatar a su marido, Darius (Samuel L. Jackson). Más adelante vemos que ella no necesitaba la ayuda de nadie, pero el contraste entre los dos personajes es lo que resulta cómico. Darius fue capturado por un mafioso italiano llamado Carlo que por alguna razón tiene que ver con los planes de Aristotle Papdopolous y adicionalmente es informante de la Interpol. Tremenda forma de complicar las cosas innecesariamente.
¿Y qué tiene que ver el plan de destruir a Europa con un par de criminales y un guardaespaldas sin licencia? Nada, absolutamente nada, pero como el agente Bobby O’neill (Frank Grillo) está en el caso, pues le asigna a los criminales y al guardaespaldas sin licencia la misión de retirar un disco duro con la información necesaria para destruir a Europa. Y así es como ambas tramas se mezclan, porque ahora tienen que detener los planes de un supervillano. ¿Es esto en serio? La información del disco duro parece que no tiene mucha importancia pues lo que sí tiene relevancia es un taladro para inyectar un virus en un cable submarino o una vaina de ese calibre.
El giro o lo nuevo que trae The Hitman’s Wife’s Bodyguard (penúltima vez que escribo este título tan largo) es que para no repetir la fórmula de la película anterior, el guardaespaldas Michael Bryce no usa armas de fuego porque está de vacaciones, dejándole la mayoría de las escenas de violencia al dúo Darius y Sonia, que realmente son dos psicópatas. Todo el rollo con Frank Grillo y la gente de por medio y Antonio Banderas no es nada divertido pero están para agregarle contexto a la trama porque nadie se preguntó que qué significaba el título de la película para estar complicándolo todo. Ahora hay más Salma Hayek, y casi todas las líneas de Sonia Kincaid incluye una palabrota, haciéndole competencia a Samuel L. Jackson a ver a quién dice más veces “motherfucker”.
Para concluir, The Hitman’s Wife’s Bodyguard tiene una trama sin sentido de la cual no me voy a acordar, y ofrece más humor por la misma línea de uno intenta ser precavido y otros dos hacen mucho ruido y son descuidados porque sí. No voy a acordarme de nada inmediatamente aparezcan los créditos.