His House (2020)

Las películas del género de horror me las encuentro predecibles, y His House no es la excepción. Sin embargo, no se trata de cuándo es que el muerto o el demonio va a salir, sino la razón por la que sale, y para variar, no se trata de una una mansión con gente rica sino todo lo contrario. Así que no sé si evaluar esta película basándome en la cantidad de sustos que tiene, la creatividad para los mismos, la historia, o si me hizo saltar del asiento porque temía por mi vida. Vámonos por creatividad e historia porque a mí estas vainas no me hacen saltar.

La historia se trata de Bol (Sope Dirisu) y Rial Majur (Wunmi Mosaku), una pareja que sobrevivió las tragedias del viaje en yola al Reino Unido. Bol y Rial llegan como refugiados y, después de un tiempo en una especie de campamento improvisado en una escuela, le gente de migración le da la oportunidad que se vayan a vivir a una casa. De aquí tenemos que adivinar si el título de “His House”, que se traduce a “Su casa”, se refiere a la casa del demonio que vive ahí o a la casa de Bol Majur. ¿A quién es que “su” hace referencia? No creo que importe.

Los Majur lo único que tienen que hacer es portarse como refugiados ejemplares y posiblemente cuando su expediente sea evaluado podrán obtener residencia o ciudadanía en el Reino Unido. Mientras tanto, tienen una casa muy grande donde vivir, un poco destartalada y con necesidad de arreglo y limpieza, pero luego de vivir como sardinas en el campamento, esto es un cambio para bien.

El caso es que los Majur viajaban con su hija Nyagak (Malaika Wakoli-Abigaba), quien se perdió en el camino y es la causa de duelo de ambos. Sin que ninguno quiera admitirlo, sufren de Transtorno por estrés postraumático, y quizás es lo que los lleva a ver al demonio. Todo empieza con Bol, quien siempre está solo de noche, y luego Rial empieza a ver vainas. Casualmente ninguno de los dos está juntos cuando están viendo vainas. ¿Por qué será? De día todo está bien porque se sienten bienvenidos en la comunidad y sienten que habrá progreso. De noche estar despierto no ayuda a nadie.

Ahora, uno que ya está viejo y pocas películas del género ofrecen algo nuevo, lo que quieren más o menos dejarnos entendido es que las cosas que pasan más o menos están limitadas a la imaginación de Bol y Rial. Esto es porque el muerto no les sale de frente, sino por la espalda y cuando se voltean ya no está ahí. Hasta que eventualmente se encuentran con el muerto de frente y entonces hay que asustarse o algo. De nuevo, para mí esto es predecible, pero me encanta que se ve de bajo presupuesto como si no querían malgastar el presupuesto enseñando y enfocando al muerto desde un principio.

Recientemente leí El apicultor de Aleppo de Christy Lefteri, me imaginaba que si tomaran esa historia y le agregaran un muerto o un demonio, y la hicieran película de horror, pues se parecería mucho a His House. Ambas tratan de refugiados, ambos tienen parejas que han pasado por el dolor de perder a alguien, y ambas se ambientan en el Reino Unido como el destino de los refugiados. Así que la trama iba por un camino que ya estaba familiarizado.

En los últimos minutos es cuando el muerto realmente hace su aparición. Algunos esperarían que fuera algo espeluznante y, bueno, a mí lo que me dio fue pena. No todos pueden diseñar monstruos como Guillermo del Toro. Aquí también es cuando la trama podía irse por un área nueva, explorar una posibilidad nueva, hacerte creer que el demonio tiene más poderes que hacerte imaginar una fogata en el medio de la sala, pero no. Se van por lo seguro, por el camino predecible, y pasa exactamente lo que cualquiera que la estuviese viendo esperara que pasara.

Para concluir, His House me parece entretenida de la misma manera que ver una película con una buena historia es entretenida, con el añadido que intentan asustar de forma creativa al infeliz que la esté viendo solo en la noche. Yo estaba aplaudiendo y riéndome de ciertas decisiones que tomaron, así que lo más probable no soy el más indicado para recomendar películas de horror.