Reviews con sabor a pollo

Balle Perdue (2020)

Bala perdida

Balle Perdue (2020)
Publicado en Review por - Jun 22, 2020
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Balle Perdue o en español, Bala perdida, que no significa lo mismo a lo que estamos acostumbrados a pensar escuchamos las palabras “bala perdida”, que es cuando una bala cae misteriosamente del cielo porque un azaroso disparó su arma de fuego sin tomar en cuenta hacia dónde. Balle Perdue es la versión francesa de Rápido y Furioso (no sé, elige la secuela), pero con menos velocidad y menos furia porque no pueden darse el lujo de tener calles anchas como en gringolandia.

Lino (Alban Lenoir) es un mecánico que–no sé, realmente no sé–prepara un Renault Clio para estrellarlo contra una joyería como si se tratara de una prueba de choque y sorprendentemente atraviesa 4 paredes de concreto armado. Si el plan era robar la joyería, pues le salió mal porque sólo tenía que atravesar una pared, la que tenía la puerta, y termina en prisión por mecánico malo. ¿Cuál es la historia detrás de robar la joyería? ¡No lo sé!

Un día en prisión, el policía Charas (Ramzy Bedia) le ofrece a Lino la oportunidad de no pasarse todo el tiempo en prisión a cambio de que sea el mecánico de la policía, preparando sus carros para persecuciones a alta velocidad en las carreteras. Los carros policiales terminan desbaratados porque no dan la talla, y si pueden prepararlos para resistir 4 paredes de concreto armado, pues mejor. Quizás el primer problema es que están usando Renault, pero no es algo que vayan a decir en voz alta. El equipo de Charas consiste en perseguir a narcotraficantes que llaman go-fast, y que los vehículos policiales no pueden alcanzar hasta que Lino hace su magia, no usa Renault, y los prepara para alcanzar y chocar.

Si la película se tratara de correr y chocar carros, pues sería boba y divertida, pero en cambio, deciden ponerle historia, y como la película dura alrededor de 90 minutos, no tienen tiempo para explicarnos vainas ni meter más de dos persecuciones en total. Julia (Stéfi Celma) es la única mujer del grupo, y aparenta que tuvo algo corto con Lino porque ésta no le habla. Areski (Nicolas Duvauchelle) y Marco (Sébastien Lalanne) son dos zopencos por razón alguna. Y esta es la vida de Lino, el reo, rodeado por cuatro policías, hasta que su hermano Quentin (Rod Paradot) aparenta estar detrás de los carros de los narcotraficantes.

Entonces lo que sigue es unos giros esperados de trama, en la que Lino es acusado de homicidio, quiere rescatar a Quentin de los narcotraficantes, y al final tiene que probar su inocencia para que Julia no lo vea como otro criminal más. Y lo único que puedo decir sobre todo esto es que al menos lo intentaron, y tiene suficiente violencia y la persecución del final es entretenida que podemos olvidarnos de todo lo demás.

Para concluir, Balle Perdue no es que sea una película buena, pero es suficientemente entretenida para perder hora y media viéndola. Me mantuvo pensando en Death Proof (2007) y Carmageddon todo el tiempo.

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