Vice (2018)

Del mismo director que nos trajo The Big Short (2015), Adam McKay, tenemos una especie de biopic/documental/comedia sobre uno de los personajes más enigmáticos de la administración de George W. Bush. El problema es que no se trata de un biopic, ni de un documental, ni una comedia, sino algo en el medio que no termina satisfaciendo a nadie. El otro problema es que parece que se sabe muy poco de su participación como vicepresidente así que terminan inventándose par de vainas para efectos cómicos.

La narración no es lineal por lo que van a saltar de un momento a otro, como desde el 2001 a 1987 y viceversa. Yo no creo que esto haya beneficiado en nada a la película, pero es lo que tenemos. Lo que tenemos es que Dick Cheney (Christian Bale) era un perdedor casado Lynn (Amy Adams) quien está segura que tiene un gran futuro por delante pero como es mujer no puede perseguir sus sueños (o un pretexto así). Así que está en Dick Cheney apretarse el cinturón y echar para adelante porque si no, su futuro es ser un borracho buscapleitos. ¿Y quién lo diría? El pana llega a convertirse en Vicepresidente de los EE.UU.

Para poder lograr su meta, Cheney se codea con gente como Donald Rumsfeld (Steve Carell) en la administración de Richard Nixon, y cuando éste tiene que hacer las maletas y renunciar, pues son estos dos buitres quienes toman las riendas del partido Republicano y lo que queda de la administración. Así vemos a ciertas figuras que eventualmente tendrán una mayor participación en el escenario político gringo, como Antonin Scalia y Roger Ailes.

La parte de cómo se forma Dick Cheney para olfatear y buscar el poder es importante para una película sobre este individuo. Sin embargo, lo que uno espera ver en más detalle es su participación en la administración de George W. Bush, interpretado aquí por Sam Rockwell y no hace mucho porque parece que sólo está para estar de acuerdo con todo lo que proponga Dick Cheney. Y por eso es que es un poco decepcionante, porque sólo vemos a Cheney mover sus fichas y luego todo lo demás es apresurado y por arriba porque tal parece nadie sabe de nada. Sí mencionan que “se perdieron” millones de correos electrónicos, así que lo que nunca se supo nunca se sabrá.

Para agregarle más tonterías a la película, porque en comparación con The Big Short, se está quedando corta, tenemos a un narrador que a veces puede romper el cuarto muro en Meth Damon (Jesse Plemons). Su participación es irrelevante y se usa más para efecto cómico por ninguna razón aparente. Así que si lo que buscas es informarte más sobre el personaje que se movía en las sombras durante el gobierno de Dubya, pues creo que es mejor poner al narrador de la computadora a que lea la página de Wikipedia de Dick Cheney.

Como Dick Cheney está en el centro de todo, pues es la actuación de Christian Bale la que hay que mencionar que es una imitación de los manerismos de quien interpreta, y su admirable dedicación a ganar libras sólo por un papel. Los demás, pues tienen que pagar sus facturas así que están en la película para que Bale no se sienta solo.

Para concluir, me parece que Vice no es aburrida ni divertida, no es buena ni mala, quizás aprendas algo nuevo, quizás confirmes algo que sabes, quizás te rías, quizás te la encuentres aburrida, y eso es todo lo que ofrece, un quizás.