Fracture es una película que resulta de tirar un juicio por intento de homicidio entre Hannibal Lecter y el papacito de Ryan Gosling. No se trata de un thriller en el que hay que investigar el paradero de la víctima, sino más bien un drama en la corte. Esto es cuando hay drama en la corte, porque la mayor parte de la película se va con el personaje de Ryan Gosling intentando vivir su vida mientras este juicio es la última piedra en su zapato.

Bolas y fotos de objetos fálicos.

Lo primero que sabemos es que Ted Crawford (Anthony Hopkins) es algún tipo de empresario exitoso que tiene mucho dinero. Debido a que su pasatiempo consiste en jugar con bolas y objetos fálicos, su esposa Jennifer (Embeth Davidtz) ha decidido hacer lo mismo con otro hombre. Por supuesto que un hombre tan inteligente como Ted está al tanto de las infidelidades de su esposa, por lo que en lugar de pedirle el divorcio para que ésta se quede con la mitad de su fortuna y se escape con el amante, es mejor eliminar a la muy rastrera y hacerlo ver como un accidente. Exceptuando que no lo hace ver como un accidente, sino que le confiesa a la policía haberle disparado en la cara. Oh, vaya.

El amante de Jennifer es el teniente Rob Nunally (Billy Burke), quien es el negociador de rehenes de la policía, y ni siquiera sabía el apellido ni la dirección de residencia de la mujer con quien pegaba los cuernos. No me digas, este señor también tiene un anillo de casado. Lo interesante de esta forma de introducirnos al filme es que sabemos que Ted le disparó a su esposa, se entregó a la policía, confesó haberle disparado, se declara “no culpable”, y despide al abogado defensor.

Así un tal Willy Beachum (Ryan Gosling), representante del fiscal, tiene la responsabilidad de echar el pleito judicial en la corte. Hay un arma de fuego con huellas dactilares, hay una confesión firmada, ¿Qué podría salir mal? Oh, no sé, quizás que esto me recuerda al caso en que el Ministerio Público, representado por Francisco Dominguez Brito, acusa a Félix Bautista de corrupción. Toda la evidencia está ahí, pero sin embargo, tú sabes que el acusado se va a salir con la suya, empezando por el hecho de que el Sr. Crawford parece estar disfrutando su tiempo en custodia. “Esto es pan comido”, piensa Dominguez Brito Willy Beachum, pero lo que no sabe es que la evidencia no lo ayudará con el caso. Citando las inmortales palabras del Almirante Ackbar: “¡ES UNA TRAMPA!”

Claro, ignora al almirante.

Todo esto es interesante porque no sabemos cómo rayos Ted se va a escapar de la justicia, y porque una vez vemos su plan en marcha, tampoco sabemos cómo es que Willy va a lograr que Ted caiga preso. Inverosímil, pero interesante. Ahora, para los aspectos aburridos de la película tenemos que Willy quiere entrar al mundo corporativo y una tal Nikki Gardner (Rosamund Pike) será su jefa. Así tiene dos semanas para terminar con el caso de Ted Crawford y ponerse al día con su nuevo empleo. Esto realmente no le agrega nada importante a la trama, y lo usan como excusa para decir que Willy está distraído y que por eso no ha dado su 110% en el caso Crawford.

Creo que Rosamund Pike hace un buen trabajo aquí, y que en general ella está subvalorada, pero el problema es que su personaje como que no tiene importancia. Será la jefa de Willy Beachum, y por lo visto no hay ningún caso de acoso sexual si éstos inician una relación sentimental o lo que fuere. Lo digo en serio, Willy podría decir que si no obedecía a su jefa, corría el riesgo de ser despedido. Nadie pensó en esto porque lo principal es el juicio. ¡Entonces dame más del juicio! Quiero ver más de Anthony Hopkins v. Ryan Gosling y menos del nuevo empleo corporativo que no le van a dar por estar dedicándole demasiado tiempo a dicho juicio. Se pudieron haber ahorrado esta vaina y poner que Willy estaba distraído por los detalles de su boda con Nikki Gardner. Más simple, menos vainas de por medio.

Bueno, si no tienes ninguna idea de cómo demonios Ted pudo haber hecho lo que hizo, en los últimos 10 minutos lo explican como 3 veces. Cada una de estas explciaciones siendo más detallada que la anterior. No me importa que hayan hecho un truco de magia para el caso, pero explicarlo tantas veces ya es considerar que quienes vemos esta película somos unos idiotas. Digamos que yo tenía mis sospechas del asunto, e inclusive tenía una hipótesis que consistía en desarmar el furñío juego de canicas gigantes.

Conclusión

En general, me parece que Fracture es una película interesante aunque a veces entra en detalles aburridos y sin importancia. Me agrada la forma en que está filmada y cómo la escenografía se ve majestuosa, aunque todo haya sido filmado en un espacio más pequeño que un baño público. Lo más entretenido de la película es el personaje de Anthony Hopkins, y luego el enfrentamiento de éste con Ryan Gosling.

Hooolaaa enferme–¡es tu jefa! ¡aaarrrgh!