Locas y Atrapadas (2014)
No sé en qué va la falta de substancia en los guiones de ciertas películas dominicanas, porque en un país con tantos argumentos sociales que se pueden llevar a la gran pantalla ya sea en comedia, drama o ambas, siempre terminan creando una producción más del montón, con poco que destacar. Locas y Atrapadas del director Alfonso Rodriguez corre esa misma suerte; película de inicio prometedor que se ve chamuscado según avanza, pero por el simple hecho de ser una producción de Alfonso Rodríguez que no pasó a la estratósfera de la ridiculez, Locas y Atrapadas encuentra cierto perdón.
La película inicia como un comercial de la plaza comercial Silver Sun, donde una a una van llegando las protagonistas que se verán involucradas en la trama. Pues como todos sabemos, el ascensor de una plaza nueva está descompuesto, y por un mal entendido entre los empleados del local, el letrero que advierte que está fuera de servicio es removido. Cinco mujeres tienen la mala suerte de entrar a dicho ascensor descompuesto; la temerosa Clara (Denise Quiñonez) , la fuerte y autosuficiente Olivia (Sabrina Gómez), la princesa de clase alta Amanda (Dulcita Lieggi), la enigmática Sabrina (Silvana Arias Emmanuel), y la plebeya Lola (Melymel). El encierro de casi doce horas pondrá los sentimientos de cada una de estas mujeres a flor de piel, revelando una por una aspectos de su vida personal que dejarán al desnudo la cruda realidad detrás del envidiado aspecto de grandes señoras felices con sus maridos.
Definitivamente a la película le falta algo, la trama de la película apela al morbo de querer saber, de querer descubrir la vida personal de alguien, en este caso, de las protagonistas. A mi parecer la manera en que van descubriendo una a una las historias queda un poco tímida, si bien alguna de ellas sí logran cierto tono de intensidad, por ejemplo, la escena de Sabrina Gómez con la modelo Eva Arias. Pero las demás quedan como historias interesantes que pudieron ser mejor contadas en escena, aspectos con los que se podía jugar más o extender más.
En cuanto a las actuaciones debo comenzar por señalar como los medios han resaltado la actuación de Melymel, y la verdad es que para mí no es una “actuación”, su papel no es más que una extensión de su propia personalidad, por lo cual le quedó tan espontáneo y natural, cosa que definitivamente está bien para hacer muchos de los momentos en el filme amenos. El papel de Dulcita Lieggi como arpía de clase alta le cae como anillo al dedo, pero su interpretación de una humilde chica campesina fue simplemente pésima. De las demás actuaciones, no estuvieron mal pero tampoco tan destacables. Una pregunta, ¿de verdad es tan necesaria la importación de talentos para hacer una película dominicana?
Debo añadir, que no le encuentro sentido a que el elevador suba y baje una y otra vez, de hecho el resultado de la película hubiese sido el mismo si las protagonistas se quedan atrapadas en el ascensor simplemente, sin que éste se moviera. Tal vez haciendo esto, buscaban romper la sobriedad que a veces arropaba la trama para darle un cierto aire de comedia o acción, lo que francamente veo innecesario. Para mí, Locas y Atrapadas es un buen material de mujeres sufridas para hacer una novela de esas que pasan a las cinco de la tarde en La Rosa de Guadalupe o una película de televisión, pero para la pantalla grande creo que es una trama bastante inmemorable.