¿Quién Manda? (2013)

¿Recuerdan aquella película estadounidense “Two can play that game” del 2001? Pues “¿Quién Manda?” vendría siendo una adaptación de dicha trama mezclada con otras de igual línea. Igual debo decir, que esperaba muy poco de esta película, y la verdad es que no está nada mal. Porque si bien está llena de súper clichés, y es fácilmente predecible, debemos admitir que resulta tolerable amena y que tiene cierta gracia.
Este filme cuenta la historia de Alex (Frank Perozo), narrada por él mismo, en su búsqueda de la mujer perfecta. Alex es publicista en una importante empresa, pero es un donjuán sin remedio, acostumbrado a estar con las mujeres por muy corto tiempo y a manipularlas según sus reglas. Una de esas famosas reglas es no salir con una chica por más de tres meses. Según él, dichos “trucos” son inquebrantables y cien por ciento efectivos con las féminas. Durante una noche de fiesta con sus amigos, Alex fija su mirada en Natalie (Nashla Bogaert), y ella a su vez en él. Alex, como siempre, intenta aplicar su manual infalible con Natalie, pero para su sorpresa, Natalie no sólo conoce las reglas del juego, sino que también se las aplica al mismo Alex. Entre situaciones incómodas y pruebas entre uno y otro, como ver quién llama a quién primero, o quién soporta más una determinada situación; Alex y Natalie se involucran de una manera muy distinta a lo que tenían en mente, y muy contraria a su filosofía.
El ambiente y los escenarios utilizados en la película son muy distintos a los vividos a diario por el ciudadano dominicano promedio. Las locaciones vienen a ser apartamentos en lujosas torres, con decoraciones de revistas, restaurantes y lugares de ocio una y otra vez, y al parecer una única discoteca donde les permitieron grabar. Pero entiendo que tal vez se le haya querido dar una atmósfera más Cosmopolitan, o qué se yo, vanguardista, después de todo, es bueno romper esquemas de vez en cuando.
En cuanto a los personajes, Frank Perozo logró hacer de Alex todo un “perro” en materia de mujeres; carismático y bastante elocuente, con una personalidad pícara que se va dejando ver cada vez más, a medida que va interactuando con el público en las escenas. Por otro lado, Nashla Bogaert y sus brazos interpreta a la protagonista Natalie; una mujer independiente y osada, pero sobretodo, muy específica en lo que busca. Al principio no sabía qué esperar de la actuación de Bogaert, pero debo señalar que no estuvo mal la chica, además de que se dio la química necesaria entre la pareja.
Quede claro que es una comedia romántica, pero una comedia bien escrita, que alude a otras muchas películas estadounidenses de este género. Desde el principio es entretenida, el público en general estuvo de acuerdo en que es graciosa, la manera en que se hace una especie de versus entre hombres y mujeres. Los chistes fluyen de manera natural y espontánea, la dicción de los actores está bien adaptada para el entendimiento del público en general; “ni muy fino, ni muy coloquial”.
Debo señalar algunos errores en el filme, por ejemplo la escena en la que Natalie hace su primera aparición cenando con un acompañante; ésta pide un churrasco y una cerveza mientras que su acompañante pide una ensalada, transcurre apenas un minuto de conversación, y el mesero regresa a la mesa con ambos platos. Otra escena importante es la de un accidente en carretera, que sin duda alguna quedó bastante fake, pero poquito a poquito ya se irán mejorando estos tipos de escenas en nuestro cine.
Escéptica como siempre ante las películas de comedia dominicanas, acudí al cine para salir, por suerte aliviada, siempre es grato cuando algo resulta en más de lo que esperabas. La elección de Nashla Bogaert no es de mis favoritas, pues dudo que alguna otra actriz que acudiera al casting (si es que se hizo) tuviese alguna oportunidad ante un rostro tan conocido como el de ella, pero, ahí vamos. La trama no es la más original del mundo, pero sí en el cine dominicano que lentamente explora nuevas temáticas, obligando a los demás productores a hacer mejores y originales realizaciones. No me gustan para nada las comedias románticas, pero debo decir que “¿Quién manda?” no decepciona.
PD: ¿Cuántos negros contaron en la película? Yo conté tres, y ni siquiera como actores secundarios.
En comparacion a los trabajos anteriores que hemos visto, se puede notar un progreso, la pelicula en escala a lo que hemos visto es buena, es entretenida. No soy muy fan de cliches, o chic flics, asi que debo admitir que con cada cliche que vi en esta pelicula hice una pausa y trate de enfocarme otra vez en la trama. Pero eso no se reduce solo al cine dominicano, el cine comercial tiende a explotar estos cliches de una manera directa o indirecta. (La experiencia hace al experto)
En cuanto a la direccion de fotografia, hay muchos errores que se pudieron evitar tomando en cuenta que es una produccion cinematografica, planos defenfocados, o la transicion entre planos notable, no es imposible ya que ese es el arte de cualquier produccion y hay que cuidar el resultado final.
A pesar de todo esto muchas personas se sintieron identificadas con esta pelicula porque algunos con el ojo mas critico que otros pero estamos observando un progreso en las peliculas dominicanas, dejando a un lado el humor estilo la opcion de las doce o el canal 5, estamos progresando.