Pacific Rim (2013)

Antes de que decidas leer esto creyendo que Pacific Rim es una película para todo el mundo, debes saber que no lo es. Esta película fue hecha para los fanáticos que hemos seguido el género de robots gigantes  y hemos quedado extremadamente decepcionados por lo que han hecho con Transformers (hablo de ustedes, Revenge of the Fallen (2009) y Dark of the Moon (2011)). Lo más cercano que nos han dado a robots gigantes ha sido dos películas de Power Rangers, de las cuales es mejor no hablar.

Lo que debes saber acerca de mí es que yo he estado esperando una película como Pacific Rim desde hace muchos años. Dicho esto, a simple vista los Jaegers y su sistema DRIFT (enlace y coordinación a base de recuerdos) parecen una combinación de la sincronización de los Evas de Neon Genesis Evangelion (incluyendo el LCL) combinados con el sistema de manejo de los Gundams de Mobile Fighter G Gundam. Como bono adicional, Ellen McLain, la voz de GLaDOS en Portal y Portal 2, es quien le da la voz a las computadoras de los Jaegers. Si has visto suficiente Ultraman, Power Rangers, o Superhuman Samurai Syber-Squad, los Kaijus de Pacific Rim resultarán agradablemente familiares, pero con colores lumínicos.

La historia al principio es narrada por Raleigh Becket (Charlie Hunnam), uno de los pilotos de Gipsy Danger que no era nadie hasta que fue reclutado junto a su hermano al programa Jaeger (“cazador”) porque eran compatibles con el Enlace Neuronal (DRIFT). La trama es bastante simple y no se enfoca tanto en los elementos humanos sino más bien en los monstruos gigantes, su origen y su modus operandi. Básicamente la trama puede resumirse en “Kaiju sale del agua, Jaeger va a patearle el trasero; Kaiju es más fuerte que los anteriores, al Jaeger le patean el trasero por lo que hay que intentar otra cosa”. Esto es lo que hace a Pacific Rim diferente de, por ejemplo, Transformers, porque en una película de robots y monstruos gigantes, los humanos sólo se usan para conducir la historia mientras que el verdadero enfoque es en estos robots y monstruos gigantes.

Los efectos 3D fueron agregados en post-producción, pero no son tan molestos como los que Hollywood acostumbra usar para apuñalarnos los ojos– ho32ohf3h 29vno2ng kwbrewica ohfqo Fernando Bordas: Pacific Rim es una carta de amor sazonada con lujuria, en escabeche de pasión y luego puesta al fuego lento del deseo de ver las cosas bien hechas y haciendo honor a su nombre, dedicada a todos los fanáticos de los monstruos y robots gigantes. El director Guillermo del Toro dijo en más de una ocasión que quería hacer una película digna de hacer honor a todas esas series de ciencia ficción protagonizadas por robots y monstruos gigantes. Y en mi opinión, no sólo lo logró con creces, sino que ha establecido un estándar extraordinariamente alto para futuras entregas del mismo género. La actuación del reparto es absolutamente fantástica, y me es difícil decidirme por quién hizo el mejor trabajo en ese aspecto. Creo que mis finalistas quedarían entre la japonesita Rinko Kikuchi (Mako Mori) y el fabuloso Idris Elba (el Mariscal Stacker Pentecost), porque en mi opinión, son los dos personajes que llevan las dos mayores cargas emocionales en la película, y son los personajes con quienes es más fácil conectar en un plano personal.

Víctor Álvarez: Hey, no me interrumpas el review así, estaba escribiendo un buen monólogo. En mi opinión la mejor actuación está entre Burn Gorman por interpretar a un científico loco, muy diferente al asistente analfabeto de Daggett en The Dark Knight Rises (2012), y Charlie Day por ser el cómico de la película como si se tratara de otro episodio de It’s Always Sunny in Philadelphia.

Para concluir, nos gustó Pacific Rim como un tributo al género de los monstruos gigantes. Los efectos especiales están maravillosamente trabajados, y la banda sonora no se queda atrás. Cuando el primer Jaeger aparece en pantalla es algo glorioso, y podemos ver que la tarea de pilotear uno de estos cascarones metálicos no es nada fácil. Las escenas de peleas entre Jaegers y Kaijus son emocionantes e increíbles, como podíamos esperar del trabajo de Guillermo del Toro. Sin más que agregar, les recordamos que deben quedarse después de los créditos para una pequeña sorpresa.