The Adjustment Bureau (2011)
Los agentes del destino
The Adjustment Bureau es el tipo de películas que empiezas a ver porque vas a visitar a alguien y parece un concepto interesante en los 5 minutos que la estás viendo antes de irte, y pasan los años y nunca te aprendiste el nombre hasta que un día tienes la buena suerte de empezar a verla desde el principio por pura casualidad. Entonces resulta que no es tan interesante como pensabas. La otra cosa es que Emily Blunt nunca tiene un vestido rojo, así que no sé de dónde habrán sacado ese póster. Tampoco es que se la van a pasar corriendo la película entera.
The Adjustment Bureau se basa en la historia corta Adjustment Team de Philip K. Dick y, bueno, el guionista/director George Nolfi agarró el concepto y se inventó una película de un poco más de 100 minutos. La película se trata de un candidato al Senado de los EE.UU. por el estado de Nueva York, David Norris (Matt Damon), quien era el favorito para ganar ese asiento en el senado pero por un escándalo el día anterior a las elecciones perdió. ¿Tú te acuerdas de cuando los candidatos tenían pulcritud y a los votantes les importaba esa cualidad en sus representantes? Se nota que la película salió en el 2011.
El caso es que David Norris pierde las elecciones y se topa con una jeva en el baño de hombres del hotel donde dará su discurso de clausura. Esta jeva es Elise (Emily Blunt), y es quien lo inspira a que sea más honesto como candidato y que acepte sus defectos. Hay chispitas entre ellos, pero la idea es que no se vayan a volver a ver nunca más. O al menos es lo que la película está intentando vendernos a través de “los hombres con sombrero”. Entre éstos están Harris (Anthony Mackie) y Richardson (John Slattery), porque de verdad que no hice el más mínimo intento de aprenderme ningún otro nombre. “Los hombres con sombrero” no es que hagan mucho, solamente observan a David Norris sin realmente meterse en su vida, lo cual suena como si su trabajo no es importante.
Por casualidad del destino (y de eso se trata la película), David se encuentra con Elise en el autobús camino a su nuevo trabajo, y de paso también se topa con “los hombres con sombrero” en un salón de conferencias. Esto trae dos problemas: 1) David no estaba supuesto a verlos, pero ellos no son transparentes e invisibles, y 2) David tampoco estaba supuesto a toparse con Elise. ¿Y qué es lo que hacen? Pues Richardson le explica todo el meneo a David, quiénes son, qué hacen, y para quién trabajan, y de paso le quitan el papelito donde estaba el teléfono de Elise para que nunca pueda llamarla y lo dejan a la suerte el que se vayan a encontrar en un futuro en lugar de intentar evitarlo activamente.
Lo que entiendo es que las decisiones de David Norris tendrán ciertas repercusiones en el futuro, y los hombres con sombrero lo que quieren es que estas repercusiones sean positivas o que no hagan tanto daño, y por eso “ajustan” ciertos parámetros para que todo se mueva acorde a un plan. ¿El plan? Nadie lo sabe, ellos son simplemente agentes que hacen lo que les digan. El problema de esto es que lo que sea que decida David es tan grave que lo que hagan las demás personas a su alrededor no tiene tanta importancia. Por ejemplo, David iba a tomar un taxi, pero los hombres con sombrero interfirieron para que el taxista tuviese un accidente. Uno creería que tendrían más y mejor tecnología, pero no, no pueden borrar a Elise ni a sí mismos de la memoria de David, porque de lo contrario no habría película.
Como los agentes estos casi no interfieren y el destino quiere que David y Elise se reencuentren cuantas veces sea necesario, involucran a un empleado de mayor rango, Thompson (Terence Stamp), quien convence a David que debe dejar de ver a Elise de una vez por todas. ¿La solución? Harris le empieza a hablar a David sobre lo que hacen en el buró y hasta le enseña a usar uno de los poderes más importantes: los sombreros. Y definitivamente no era esta la forma en que yo quería que solucionaran los problemas, porque parece que están forzando el romance entre dos personas y eso es lo que va sin importar lo que el plan diga porque fue lo que el plan dijo una vez.
Para concluir, The Adjustment Bureau es una de esas películas que puedes empezar a ver y nunca terminar de verla porque hay otras cosas más importantes que hacer con el tiempo. No es mala, y se la pasan hablando más de lo que hace el buró de pacotilla.