Tick, Tick… Boom! (2021)
tick, tick… BOOM! como una bomba en conteo regresivo, basada en el musical autobiográfico de Jonathan Larson, un tipo brillante con una sal que no tiene madre. Curiosamente Bradley Whitford está en esta película, y me recuerda a Dennis Hopper, quien fue el villano de Speed (1994), una película sobre bombas. En fin, Jonathan Larson revolucionó los musicales de Broadway, pero lo hizo solamente fracasando.
Jonathan “Jon” Larson (Andrew Garfield) es un mesero de un comedor llamado Moondance, donde Lin-Manuel Miranda hace su cameo como cocinero. El caso es que Jon tiene como 8 años intentando producir su musical, Superbia, pero nadie lo quiere, así que está destinado a ser pobre toda su vida. Todo esto está siendo relatado a lo largo de la película por el mismo Jon Larson en su musical tick, tick… BOOM!. Hablando de recursividad.
Todo esto es una olla donde se cuece su relación con Susan (Alexandra Shipp); la noticia de que su amigo Freddy (Ben Levi Ross) está malo por culpa del VIH; que su compañero de apartamento, Michael (Robin de Jesus), se muda y empieza a trabajar para una agencia publicitaria en lugar de seguir siendo un actor mediocre; los chismes con la otra mesera con la que trabaja, Carolyn (Michaela Jaé Rodriguez); y los problemas económicos que Ira Weitzman (Jonathan Marc Sherman) no le ayudará a resolver porque es quien lo está ayudando a que Superbia pueda presentarse en un pequeño taller.
Todo esto es brillante, el conflicto, el drama, los problemas, combinados con las canciones porque, después de todo, se trata de un musical sobre un musical. Ahora, yo no sabré quién es este Jonathan Larson, pero quizás el mundo debió haberle dado una oportunidad, aunque si eso hubiese pasado, quizás no hubiese intentado superarse con cada canción que escribiera después de cada fracaso.
Andrew Garfield nos vende el papel de compositor bohemio, que puede escribir una canción sobre cualquier tema, pero sólo necesita una para poder terminar Superbia, y las letras no le llegan. Stephen Sondheim (Bradley Whitford) es un legendario compositor de Broadway a quien Jon Larson aspira imitar, pero más que nada, Larson va a cumplir 30 años próximamente y parece que es el final de su vida… tick, tick, tick.
Para concluir, tick, tick… BOOM! está hecha para la gente que le gusta Andrew Garfield o los musicales, no mutuamente excluyente.