In the Heights (2021)

In the Heights es la adaptación a filme del musical de Broadway del mismo nombre, y cuenta la experiencia de varios inmigrantes en el barrio de Washington Heights. No sabía que había un musical de esto hasta que me senté a escribir estas palabras. Una vez en el 2004 conocí a un Dominican York, hijo de dominicanos que lo enviaron a pasarse el verano en Dominicana, y solamente se la pasaba quejando de que nada era como en Washington Heights. Por lo visto, el inmigrante se refina un poco cuando abandona la isla.

Como todo musical, In the Heights cuenta la historia de un protagonista que quiere lograr algo, en este caso es Usnavi (Anthony Ramos), el dueño de una bodega que heredó de su padre y quien tiene un sueño de ¿reabrir un bar llamado Sueñito en una playa dominicana? No sé, pero su padre era el dueño del bar (no sé si era un bar) hasta que emigraron a Nueva York. El ayudante de Usnavi es su primo Sonny (Gregory Diaz IV), que es un inmigrante indocumentado, así que su futuro está en un camino difícil. Al principio uno dice que Usnavi no es un nombre dominicano hasta que escucha el origen de su nombre, y sí, eso es dominicano.

Usnavi está aficiao de Vanessa (Melissa Barrera), una jeva que trabaja en un salón y quiere mudarse al centro de Manhattan y quiere ser diseñadora de ropa. No hay más nada en esta jeva, ni padres, ni familiares, ni historia de fondo. Entonces su apariencia no me da la impresión de que sea caribeña y su voz cuando canta suena tampoco suena caribeña. Así que nada, será de algún otro país (México), pero como su personaje no tiene historia, no sabremos nada.

Kevin Rosario (Jimmy Smits) es el dueño de los taxis, y su hija Nina (Leslie Grace) ha tenido la oportunidad de empezar a estudiar en Stanford, una universidad élite bien cara, por lo que Kevin ha tenido que hacer varios sacrificios para que su hija se mantenga estudiando. La perspectiva de Nina, en cambio, es que tiene que vivir el sueño de su padre de obtener una educación, y prácticamente es la única del barrio que ha tenido la oportunidad de ir más lejos que el resto. Una gran responsabilidad porque el hijo de inmigrante tiene el deber de tener un mayor impacto que el de sus padres. Benny (Corey Hawkins) es empleado de Kevin, y tampoco tiene historia, pero sabemos que está aficiao de Nina, y que anteriormente tenían amore.

Entre otros personajes están Daniela (Daphne Rubin-Vega), Carla (Stephanie Beatriz), y Cuca (Dascha Polanco), del salón donde trabaja Vanessa; abuela Claudia (Olga Merediz), prácticamente la matriarca del barrio; y el Piragüero (Lin-Manuel Miranda), el vendedor de frío-frío que no tiene ninguna interacción con ningún otro de los personajes anteriormente mencionados. Solamente canta y vende frío-frío.

Sobre las canciones y el musical, bueno, no me voy a acordar de mucho, pues es algo muy único y con poca repetición. De lo que sí me voy a acordar es que cuando en una misma canción pasan de hip-hop a salsa y viceversa es como si me chocara con una pared. No es que no me guste, pero el cambio es tan drástico que se me hace difícil adaptarme. El musical es una celebración de los sueños de los inmigrantes, que aquí llaman “sueñitos”, y no es lo mismo ver un musical sobre el tema que vivir la experiencia de intentar echar pa’lante en otra tierra. La mayoría nos sentimos como Nina en un momento u otro.

Para concluir, In the Heights es divertida, pero no me voy a acordar de mucho, pues no recuerdo nada de las canciones como para repetirlas en la ducha, y la trama es muy predecible (no es que esté esperando algo extremadamente complicado de un musical). Finalmente, mientras estaba leyendo las canciones en los créditos, hay una que nunca aparece en la película. ¿La razón? Aparece después de los créditos.