Kung Fu Hustle (2004)

Ha llovido mucho desde que salió Kung Fu Hustle, y la pregunta es si casi 16 años más tarde vale la pena volver a verla. La respuesta está basada más en nostalgia y en cuántos clavos has visto últimamente por que si tienes que buscar películas de hace más de 15 años atrás para poder pasar el tiempo, pues estás en graves problemas. Como Kung Fu Hustle es una comedia que combina ciertos efectos que solo pudieran haber salido de Bugs Bunny, pues se ven anticuados pero tampoco le quitan lo caricaturesco a la película.
Los villanos son la Banda del Hacha, liderados por el despiadado hermano Sum (Danny Kwok-Kwan Chan) y el otro pana cuyo nombre no me sé (Suet Lam). La Banda del Hacha es la pandilla más poderosa de alguna ciudad, y se caracterizan por usar hachas, como su nombre lo indica, y de vez en cuando usan armas de fuego. No sé el año, pero parece la década de los 30s o 40s. El caso es que la Banda del Hacha tiene todo lo que necesita en la ciudad, no tiene que ir a buscar nada a los barrios en las afueras de la ciudad porque precisamente no hay nada. Es en uno de estos barrios donde se ambienta la mayor parte de la película.
La comunidad vive tranquilamente, donde Donut (Zhihua Dong) tiene su cafetería, Tailor (Chi Ling Chiu) tiene su sastrería, y Coolie (Xing Yu) es el que carga las vainas pesadas. Estos tres parecen ser antiguos maestros que ya se han retirado y no tienen más nada que hacer, pero el resto de la comunidad no se queda atrás porque fácilmente cualquiera puede romper varios huesos, sólo que eso no se verá. Los locales en cuestión son propiedad de el casero (Wah Yuen), quien empieza su día bebiendo, y es abusado diariamente por la casera (Qiu Yuen), quien siempre está de mal humor. Cuando la gente quiere un ejemplo de violencia familiar en la que la mujer es la causante, pues sólo tienen que ver Kung Fu Hustle. Además de darle golpes a su marido, no tiene echarle un boche a cualquiera de sus inquilinos. Yo lo que estoy sorprendido es que nunca tira una de sus chancletas.
Con todo lo que pasa en el barrio, el protagonista es Sing (Stephen Chow), un charlatán que quiere ser villano y egoísta como la gente de la Banda del Hacha, pero que no encuentra la forma de serlo. Su mano derecha es Bone (Tze-Chung Lam) y sólo está para confirmar que ninguno de los dos sabe ser malo. Hay más acerca de Sing de lo que quieren admitir porque es el personaje que más desarrollan en comparación con el resto de los maestros Kung Fu que llevan el mensaje de “ser bueno implica estar en malas”.
Kung Fu Hustle es un poco de cada cosa, las partes cómicas me dan risa por lo ridículo que pueden llegar a ser, y las peleas son entretenidas hasta que van más allá de lo absurdo y entonces me pierden por completo, especialmente en el final. No me afecta mucho los efectos visuales, pero entonces se van demasiado lejos, deja de ser Kung Fu, y se convierte en una caricatura a la que no le encuentro tanta gracia como antes. Quizás por eso el pana del final lo llaman La Bestia (Siu-Lung Leung) o por eso es que hay ranas afuera de su celda en el asilo. Yo no sé, y no quiero saber, porque me voy a acordar más fácilmente de todo lo anterior.
Para concluir, Kung Fu Hustle se aprecia más 15 años después es gracias a la nostalgia, pero también yo he estado viendo muchas películas malas, así que quizás eso también influya. Este es el tipo de película que uno ve precisamente por cuán ridícula puede llegar a ser y no es necesario verla completa porque posiblemente tengas algo mejor que hacer.