The Social Dilemma (2020)
El dilema de las redes sociales
The Social Dilemma se siente como un documental sin terminar en el que no hay una estructura u organización a seguir, sino que presentan las ideas de varios de los responsables de lo adictivo que son las redes sociales. “¿Cuál es el dilema?” pregunta un amable televidente porque, según tengo entendido, un dilema consiste en dos opciones a elegir, pero en ningún momento pareciera que ese es el caso. Más bien se trata de las consecuencias de todo esto que ha pasado y los intereses de las grandes compañías detrás de todo esto.
En el 2013, Edward Snowden denunció las prácticas del gobierno de los EE.UU. de recolectar toda la información de los ciudadanos e individuos que tuvieran la mala fortuna de estar relacionados de una u otra manera a los EE.UU. Su vida está plasmada en el documental Citizen Four (20014), y posteriormente en su libro Permanent Record. Sin embargo, algo que algunos han decidido ignorar libremente es el tema de las corporaciones fuera del sector público, que recolectan toda la información de sus usuarios, creando así metamodelos de comportamiento para determinar así los intereses de un usuario y qué hacen estas corporaciones mantener cautivados a estos usuarios. Yéndome momentáneamente por una tangente, la cadena de tiendas Target, fue de los primeros ejemplos de corporaciones que crean metamodelos de sus clientes para que gasten su dinero más frecuentemente en sus tiendas.
The Social Dilemma presenta lo mismo, pero por parte de las grandes corporaciones que manejan las redes sociales y un poco más, Google, Twitter, Pinterest, y Facebook. Por supuesto, hay más redes sociales y más corporaciones que recolectan la información de los usuarios, pero tengo que mencionar que Facebook compró a Instagram y a WhatsApp, y Google compró a YouTube. ¿Qué es lo que quieren estas corporaciones? De todo un poco, pero lo principal no es el servicio gratis que te ofrecen, porque los clientes son las empresas publicitarias que pagan para venderte sus anuncios, mientras que tú eres el producto que venden, una vista a dicho anuncio, un potencial comprador del producto que el anuncio está mostrando. Para lograr su cometido, una de las cosas que tienen que lograr es que sientas la necesidad de visitar las redes sociales, darte esa pequeña recompensa que es un poco de dopamina que tu cerebro libera cada vez que publicas algo y la gente lo ve, le da un “me gusta”, o lo comparte más adelante. Porque se siente bien ser aceptado por desconocidos, que tu opinión sea compartida por un montón de gente alrededor del planeta.
¿Y qué pasa en el caso contrario, cuando no recibes la cantidad de visitas o la medida que sea que usen en tu red social favorita? Sentimientos de ansiedad, de inseguridad, porque te has vuelto dependiente de lo que los desconocidos opinen. Este es un problema que los humanos no estamos equipados para lidiar, y dado los avances tecnológicos, los más jóvenes están expuestos a estos sentimientos de ansiedad e inseguridad a más temprana edad. Esto lleva a una mayor tasa de adicción en los jóvenes a las redes sociales, y a una mayor tasa de depresión entre aquellos que no son populares. Asimismo quiero mencionar que lo controversial vende visitas, por lo que se hace más fácil de entender cómo es que alguien que parece una persona inofensiva termina haciendo cosas inimaginables con tal de cautivar más miradas, independientemente si esto es de agrado para los testigos.
Uno de los trucos que las corporaciones estas emplean son las sugerencias para capturar tu atención y así vender más anuncios. ¿Estás viendo una foto en Instagram? Aquí tienes imágenes parecidas para que sigas malgastando tu tiempo. ¿Acabas de ver un video en YouTube? Aquí hay un listado de videos que te podrían interesar. ¿Perteneces a un grupo de Facebook en el que se habla cierto tema específico? Aquí te sugerimos estos grupos para que puedas seguir leyendo. Entonces uno pensaría que sólo se trata de atención y anuncios, pero estas sugerencias posteriormente llevan a la radicalización de ideas y al extremismo porque se crea esta burbuja de información/desinformación acatándose principalmente a tus gustos. Este es el producto de inteligencia artificial aplicada a la minería de datos, y si hay algo que debimos aprender del escándalo de Cambridge Analytica, es que todos somos susceptibles a cierto nivel de manipulación.
Y así más o menos es como he organizado el documental este, que si bien tiene la intención de mostrarnos ciertas prácticas de las corporaciones detrás de las redes sociales a través de varias entrevistas con los responsables de desarrollar varias de las tecnologías para capturar nuestra atención, falla creando todo el panorama de manera estructurada. Se siente más como varias ideas relacionadas que están unidas sólo porque tratan de las redes sociales. Quizás es porque está editado de tal manera que algunos entrevistados sólo aparecen por varios segundos con la única finalidad de reforzar cierto punto de vista al cual no sabemos cómo llegamos. Al mismo tiempo hay una especie de mini película entrecortada con las entrevistas para que te relaciones mejor al tema, pero personalmente me pareció innecesaria.
Para concluir, The Social Dilemma contiene información importante acerca del daño que hacen las redes sociales, y la necesidad que hay de hacerlas menos adictivas y más responsables para sus usuarios. Y tú dirás que tienes todo bajo control, pero te estás mintiendo. La pregunta que cada quien debe hacerse cuando termina este documental es “¿cuántas veces revisé mi celular para ver algo en las redes sociales?” Irónicamente, Netflix recolecta datos de sus usuarios y también intenta acaparar la atención de sus usuarios.