Latte & the Magic Waterstone (2019)

Hablando de películas animadas que no voy a recordar, Latte & the Magic Waterstone, basada en un libro infantil que en mi vida he oído mencionar, pero ya esas son diferencias culturales. El principal problema es que no se siente acabada, como si tenían que entregar todo antes de apagar las luces porque Edesur les iba a desconectar el servicio. Ahora bien, casi todos los libros infantiles están escritos de esta manera, así no sé lo que estoy buscando.
Latte (Ashley Bornancin) es una erizo huérfana que se llama a sí misma “Princesa Latte” por razones que no están claras. Tjum (Carter Hastings) es una ardillita que es “amigo” de Latte, de esos amigos que son más conocidos porque no parece que estuvieran juntos. Tjum parece más interesado en mezclarse con los otros animalitos sacados de Bambi (1942), hasta que te das cuenta que dichos animalitos son un montón de engreídos sin modales. A Latte no es que le importe mucho lo que los animalitos tengan que decir, no es que de repente se volverá más huérfanas por palabras duras.
El problema que tiene el bosque es que no tienen tanta agua como solían, lo cual significa que se van a morir de sed porque nadie se imagina tener que abandonar el bosque en busca de otras tierras. Mientras los adultos están intentando buscar soluciones sin hacer el más mínimo esfuerzo, el cuervo loco aterriza para narrarles la historia de la piedra mágica que produce agua de la nada, la piedra del título, “the Magic Waterstone”. Según el cuervo el rey oso Bantur (Danny Fehsenfeld) tiene la piedra, y nadie se ha atrevido a procurarla porque es el rey del bosque de los osos. ¿Cuál era el estado del mundo antes de que el rey oso se robara la piedra?
En fin, como nadie cree en el cuento del cuervo, Latte se propone a ir al bosque de los osos a buscar la susodicha piedra y restaurar el orden del mundo. Un pequeño erizo va a cruzar varios bosques y entornos para quitarle una piedra a un oso. ¿Tú has visto vaina? El caso es que Tjum se preocupa de que Latte no ha vuelto al bosque al día siguiente y con la finalidad de hacer que vuelva, sale a buscarla. Así de repente se trata de una ardilla cobarde que quiere devolverse, pero no lo hace porque se preocupa del erizo testarudo que no tiene más nada que hacer con su vida. En esta aventura se encuentran con un lince, un sapo, tres lobos, y un montón de osos cuyos nombres no hice el esfuerzo de recordar.
El diseño de los personajes y la animación se asemejan un poco a lo que veríamos en, por ejemplo, The Secret Life of Pets (2016), que no es suficientemente caricaturesco como para que la inmersión funcione. La animación no está a la altura de Disney/Pixar, que no debe sorprenderle nadie, pero algunas veces pienso que le faltan cuadros. De la misma forma, la historia como que salta de una secuencia a otra de una manera más repentina de la que me esperaba. El personaje de Latte me lo encuentro inconsistente, porque empieza como una necia, luego se vuelve burlona, luego hay un drama, y vuelve a ser necia pero con una nueva perspectiva en la vida gracias a un erizo anciano que tiene unas duras palabras para asimilar.
La película tiene una duración de 80 minutos, pero me pareció más larga de ahí, de la ley de que “el tiempo no vuela cuando uno no se divierte”. Por supuesto, Latte logra regresar la piedra a su lugar, lo cual es el punto de la película, y tenemos que volvernos a preguntar: ¿cuál era el estado del mundo antes de que el rey oso se robara la piedra? Porque por lo visto el responsable de las desgracias de los bosques es el rey oso, pero éstos también estaban pasando por la sequía, así que quizás el rey oso no se robó nada, sino más bien que encontró algo en el suelo. Nunca lo sabremos, pero el nombre del rey oso por siempre estará manchado por las palabras del Sr. Cuervo.
Para concluir, Latte & the Magic Waterstone es regular, pero tirando hacia lo aburrido porque no ofrece nada nuevo en lo que alguien quiera perder 80 minutos de su vida. No es la peor película animada del 2020, porque ese título lo tiene The Larva Island Movie (2020), pero no es una que yo me vaya a acordar en el futuro. Hasta tuve que buscar cómo es que se llaman los personajes porque así de memorables son.