Replicas (2018)
Réplicas

¿Qué demonios? Debí haber visto el trailer antes de ver Replicas, película que si empiezas a ver sin tener idea de lo que trata, empiezas pensando que se trata de una vaina y te lo cambian a medio camino. Netflix lo que pone es a Keanu Reeves con un casco y un robot al lado, como si se tratara de la versión robotizada de Johnny Mnemonic (1995) con un poco de la interfaz de Minority Report (2002) y otro poco de Chappie (2015), pero lo que no me esperaba es que se pareciera más a The 6th day (2000).
En un laboratorio ultra secreto de la farmacéutica Bionyne en Arecibo, Puerto Rico, el equipo de William Foster (Keanu Reeves) está experimentando con transferir la conciencia de un soldado muerto a un robot, y los resultados se parecen a los de Robocop 2 (1990). Lo interesante del caso es que pueden transferir la conciencia de un cadáver a un aparato, pero cuando la transfieren del aparato al robot, pierden la conciencia completamente y nunca más hacen el intento de reparar esto. No importa cuántos cadáveres lleven, si no pueden replicar la conciencia de nuevo, ¿entonces cuál es el punto? ¿Por qué esta película se llama Réplicas? ¿Han hecho el intento de transferir la conciencia de un humano vivo? ¿Quién escribió esta pendejada?
En fin, William o Bill o Will o como sea que lo llame el personaje de turno, se irá con su familia a un fin de semana en bote. El bote en cuestión es de su compañero de trabajo Ed Whittle (Thomas Middleditch), quien a su vez se quedará cuidando la casa de los Foster. Mona (Alice Eve) es la esposa de Will, y sus hijos son Sophie (Emily Alyn Lind), Matt (Emjay Anthony), y Zoe (Aria Lyric Leabu). De alguna manera te haces una idea de que algo le va a pasar a Zoe porque es quien hizo los dibujitos que decoran el escritorio de Bill, y está pintando un unicornio en la mesa, que alguien va a tener que limpiar. Alguien está intentando ser más obvio de la cuenta. ¿Será el director o el guionista?
El caso es que la familia Foster tiene un accidente porque estaba lloviendo mucho. Mona y los niños mueren, quedando William viudo y sin vástagos. Ah, pero tiene una idea, ya que trabaja para Bionyne lo que va a hacer es copiar la conciencia de sus familiares fallecidos y transferirlos a–adivina–robots clones de ellos mismos. Espera, ¿qué demonios? ¿Entonces para qué me estás presentando al maldito robot del principio si se trata de clones? Tú sabes, arma de Chéjov, porque por algo es que hay un robot en la película, y no sólo es de adorno.
El jefe Jones (John Ortiz) les dice que tienen que hacer funcionar el robot de la porra porque de lo contrario tendrán que cesar sus operaciones dado que los inversionistas no perderán su dinero por más tiempo, pero hay más que tiempo y dinero suficiente para que William y Ed se roben el equipo de clonación y logren en tres semanas lo que el laboratorio entero no ha logrado en años. Crear homúnculos. Así la película trata de cómo mantener a estas réplicas en secreto. Si tomaban una o dos ideas y las desarrollaban, todo estaría bien, pero decidieron tomar todas las ideas juntas para obtener una película muy mala.
Para concluir, yo no sé lo que estaban pensando cuando estaban rodando Replicas, pero hacer una película que valiera la pena ver no era una de las ideas. Keanu Reeves está en su nivel pre-John Wick, en la que hace un papel aburrido, y los demás no es que le estén poniendo ganas a sus vidas de clones.
“Wake the fuck up, samurai. We have a city to burn.” — Johnny Silverhand