Banana Split (2018)
Debido a la forma que empieza la película, uno pensaría que Banana Split se trata de otro romance adolescente, de la misma manera que lo trata de The Kissing Booth 2 (2020). No es que considere que sea una buena película o que trata una situación muy real, pero al menos no es otra versión cursi y empalagosa de Crepúsuclo sin vampiros ni hombres lobo ni ningún otro animal antropomórfico que toque instrumentos musicales.
La película empieza con un lío que no sé cómo describir, pero April (Hannah Marks) y Nick (Dylan Sprouse) están bien cachondos y nos ahorran los pormenores de la relación para llegar a la fase en la que pelean constantemente. Dado que ambos irán a universidades en estados diferentes, deciden terminar antes de que empiece el verano y sus vidas como estudiantes universitarios. Yo creía que gente normal terminaría al final del verano y antes de empezar la universidad, o intentaría continuar la relación a distancia, pero yo no sé de eso.
Entonces en lo que queda del verano, Clara (Liana Liberato) viene de Fresno a–no sé la ciudad en que viven–sin familia y me imagino que con un montón de dinero para poder cubrir sus gastos, y empieza a intercambiar fluidos con Nick. Bueno, eso fue rápido. Clara es amiga de infancia de Ben (Luke Spencer Roberts), que es el mejor amigo de Nick, y que para todos los fines es la tercera rueda en la vida amorosa de Nick. Pobre Ben, siempre tiene que estar en el medio.
Por razones que no voy a entender, Clara sabiendo muy bien que April es la ex de Nick, decide que deben ser amigas. Lo grande del caso es que April accede, al principio quizás para vengarse de Nick, pero al final no estoy seguro de que esa era la intención. Hasta establecen unas reglas para que la amistad funcione. Nunca nada tan elaborado como en The Kissing Booth (2018). Por alguna razón también involucran a Ben como la tercera rueda en sus citas de chicas.
Solamente me puedo imaginar a qué es lo que hace referencia el título “Banana Split”, pero final de cuentas el postre que consiste de una banana y tres bolas de helados aparece en la película, así que no debe haber dudas a qué es lo que hace referencia. Agnes (Addison Riecke), la hermana menor de April tiene una boca muy sucia y siempre hacen un show a la hora de la cena, y su madre Molly (Meagan Kimberly Smith) que sólo cocina salmón tiene que echarles un boche para que se calmen. No entiendo el meneo con el salmón y tampoco me interesa averiguarlo.
Entonces la película se trata de que en menos de 90 días para que April empiece la universidad, se hace amiga de la novia de su ex, y el drama que mueve la trama es que a ambas les gusta Nick. Y como la amistad es más importante que un jevito, pues bueno, esa es la película.
Para concluir, en hora y media Banana Split tiene más personalidad que las dos películas de The Kissing Booth que han salido a la fecha. No es que me haya gustado, pero voy a tomar cualquier cosa que me haga olvidar más rápido las películas de Fulanita, su mejor amigo, y el hermano de su mejor amigo. Ni me acuerdo de los nombres. Ahora, yo no sé cómo es que April piensa ir de California a Boston, pero parece que se irá manejando.