Paul (2011)

Paul es el tipo de comedias que se burla del mismo género de porque es algo que pocas películas hacen, y de paso se burla de un buen número de mitos relacionados a los extraterrestres y demás. Si la comedia me hace reír más de una vez y no es aburrida, pues es una comedia que está bien en mi libro, pero depende del gusto de cada quien. Y Paul me parece suficientemente divertida para no ser mala.
Graeme (Simon Pegg) y Clive (Nick Frost) son dos ingleses que viajan a los EE.UU. para ir a Comic-Con, y de paso hacer un viaje en carretera por varios estados para visitar los sitios de avistamientos de OVNIs. Lo que no se esperaban era encontrarse con un hombrecito verde llamado Paul (Seth Rogen) y que éste hablara inglés. Según Paul, llegó hace 60 años a la Tierra, pero su nave se estrelló encima de un perro llamado Paul, así que de ahí tuvo que sacar el nombre porque no hay ninguna otra explicación. Lo curioso del caso es que la mayoría de los mitos relacionados a los extraterrestres han sido parte de la contribución de Paul a la humanidad para que se vayan acostumbrando para el caso de que ambas especies se encuentren alguna vez. Por lo que si Paul se ve como un extraterrestre genérico, fue una decisión adrede.
Como la desaparición de un hombrecito verde de las instalaciones del gobierno no pasa desapercibida, el agente Zoil (Jason Bateman) es el empleado ideal para cazar a Paul, mientras su jefa (Sigourney Weaver) se la pasa hablando cuán importante es que Paul debe morir. Yo no sé cuál es su problema. Si el hombrecito verde lo único que quiere es irse a su casa, entonces no hay necesidad de matarlo. Adicionalmente están los novatos Haggard (Bill Hader) y O’Reilly (Joe Lo Truglio) a quienes no les dicen nada, así que no saben qué o a quién están buscando.
Los chistes se vuelven repetitivos, y el chiste recurrente es que Graeme y Clive son gays porque siempre están juntos, y es gracioso en una de las 5 ocasiones en las que hacen el chiste. Eventualmente Ruth (Kristen Wiig) se une al grupo de viajeros, y su chiste es que empieza a aprender a maldecir sólo porque sí. Hay referencias a otras películas, que es algo que yo esperará de Nick Frost y Simon Pegg, pero las dos que me llamaron más la atención fueron la de un almacén que parece sacado de Raiders of the Lost Ark (1981) y la canción de la cantina de Star Wars (1977), sin mencionar el parecido a E.T. (1982).
Para concluir, pienso que Paul pudo haber quedado mejor, pero dado lo que es, es suficiente para pasar el rato sin uno quejarse de que pudo haber quedado mejor. Y como es una comedia, el humor depende de cada quien.
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