A Private War (2018)
Los civiles son las víctimas de guerras que libran los gobiernos del mundo, y son quienes no quieren nada con armas de fuego y misiles. Sin embargo, es fácil dehumanizar a los civiles tildándolos de rebeldes y potenciales soldados que se unirían al bando contrario del gobierno que esté en guerra. Sin tomar nada de las políticas y los motivos que tienen que ver la guerra, A Private War muestra a Marie Colvin en medio de los campos de batalla reportando a las víctimas de los actos bélicos.
Marie Colvin (Rosamund Pike) es una periodista que tiene las bolas de acero, y está metida en medio de un campo de batalla entrevistando a rebeldes, o líderes de oposición, y hasta dictadores que intentan silenciar a su gente. Ella tiene fuertes opiniones, claro está, pero eso es algo que la película no intenta mostrar mucho sino que se enfoca en el hecho de que ella ve los horrores de la guerra para que los que estamos sentados en el sofá viendo muñequitos no tengamos que verlos y simplemente expresemos una opinión desinformada como “el gobierno X está haciendo lo correcto con los rebeldes” o “hay que apoyar a los rebeldes que luchan por la libertad” o “esa reportera es una mentirosa pagada por el gobierno Y”.
La película no toca tanto de su vida personal, pero sí algunos de los conflictos que caracterizaron su trabajo, como la guerra civil en Sri Lanka, donde perdió la visión en el ojo izquierdo, una entrevista con Gadafi antes de que lo derrocaran, y la guerra en Siria. En cada conflicto Colvin pone en riesgo su vida al ir donde nadie se atreve ir, más allá del cordón de seguridad, porque alguien tiene que hacerlo. Quizás también porque vive para eso, para contar la historia que nadie podría ver si sólo se enfocaran en las políticas y en las descripciones del armamento militar.
Ahora, yo pienso que Rosamund Pike es excelente en su rol, pero que la Marie Colvin esta no parece ser una persona con la que uno se pueda identificar. Esta señora es intensa y su actitud no es una con la cual uno pueda lidiar en el día a día y, sin embargo, es precisamente lo que se necesita para estar en medio de la guerra donde la mayoría estaríamos arrastrándonos y llorando para que no nos pase nada. Lo que intento decir es que la película recae solamente en los hombros de Rosamund Pike, y eso no es suficiente para mantenernos atentos aunque nos hayan hecho un nudo en los intestinos con las tragedias.
Jamie Dornan interpreta al fotógrafo Paul Conroy, quien se convertiría en fiel seguidor de Marie Colvin en su cobertura de la guerra porque escribir no es suficiente cuando tienes fotografías devastadoras. Finalmente, Tom Hollander interpreta a Sean Ryan, editor de The Sunday Times, y es con quien más choca Colvin porque hay que vender periódicos para pagar las facturas, y no todas las historias se pueden contar.
Para concluir, A Private War es una película que se debe ver para saber cómo trabajan los corresponsales de guerra, algunos más atrevidos que otros, para llevar las historias de los civiles al resto del mundo. Por supuesto, habrá quienes se enfoquen en decir que “canal X y periódico Y sólo cubren la parte A de la guerra, ignorando B y C”, pero yo no me voy a meter en ese tema. Marie Colvin hizo un gran trabajo periodístico.