The Equalizer 2 (2018)
El justiciero 2
The Equalizer 2 va precisamente por donde no quería que fuera una secuela de The Equalizer (2014), explorando un poco del pasado de Robert McCall para resolver sus problemas en el presente. Porque si hay algo que no me interesa saber es cómo un pateador de traseros que reparte justicia a su antojo está relacionado a alguna agencia gubernamental. Aunque tengo que admitir que no es posible que lo encuentre todo usando Internet.
En este episodio Robert McCall (Denzel Washington) vive en Boston, Massachusetts, y cuando no está matando gente con una cuchara, está de chofer de Lyft para poder pagar sus facturas. Robert resuelve los problemas que entren en su taxi, porque también es una forma de buscar gente cuyo trasero necesita ser pateado con urgencia. Esta es una razón para verla película, cuando el superhéroe ayuda a los menos afortunados, pero el único problema es que a veces se extiende demasiado, especialmente cuando tratan con el viejito Sam (Orson Bean), y cuando intenta enderezar a un joven en riesgo, Miles (Ashton Sanders)
Pues bien, el rollo se arma cuando unos asesinos matan a una pareja en Bruselas, Bélgica. Esta pareja no parece que fuera gente importante, y los asesinos no tienen ningún motivo para eliminarlos más que el dinero para irse a beber el fin de semana. Como aparentemente esta era gente importante, “la agencia” empieza a investigar el asesinato. A cargo de la investigación está Susan Plummer (Melissa Leo), la única amiga de la vida pasada de Robert, asistente investigador está Dave York (Pablo Pascal), quien sólo me recuerda a un personaje en Kingsman 2 (2017) con todo lo que eso implica.
El asesinato de la pareja no tiene absolutamente nada que ver con Robert McCall, y si fuera algo que ocurriera en su vecindario, no es un crimen en el cual intentaría involucrarse. Sin embargo, Susan es su amiga, así que si ella está metida en la investigación y los responsables quieren amarrar los cabos sueltos, pues ya te puedes imaginar por dónde es que va el asunto.
No encuentro interesante nada de lo que tiene que ver con el pasado de Robert porque para eso están las otras películas de espías como las de Jason Bourne o las Mission: Impossible. La idea que tengo es que The Equalizer se trata de alguien que reparte justicia con objetos cotidianos, siendo los criminales pequeños la mayoría de los recipientes de susodicha justicia. The Equalizer 2 desecha esa idea en su mayor parte para darnos una trama con espías y pistolas que no tienen nada que ver con ayudar a los menos afortunados. Así tenemos a una película de acción cualquiera con secuencias genéricas de las cuales nadie se va a acordar. Bueno, de éstas yo quizás me acuerde una con harina en una panadería.
Denzel Washington pone empeño en lo que hace, sea como taxista disfrutando llevar a sus pasajeros, educando a Miles para que se vaya por buen camino, haciéndole compañía al viejito Sam, y pateándole el trasero a aquellos que se lo merecen. Después de ahí, yo no recordaré a ningún otro personaje secundario.
Para concluir, pienso que The Equalizer 2 es aburrida, no porque las secuencias de acción sean malas o tengan mala coreografía, sino porque son genéricas en comparación con lo novedoso que es luchar con un sacacorchos.