Solo: A Star Wars Story (2018)
Han Solo: Una historia de Star Wars
¿Quién quiere ver una película en la que Harrison Ford no es Han Solo? Nadie. NADIE QUIERE VER UNA PELÍCULA DE HAN SOLO SIN HARRISON FORD. ¿Cómo Han obtiene su apellido? ¿Cómo Han obtiene la Millennium Falcon? ¿Cómo Han conoce a Lando? ¿Por qué Lando está apegado a la nave? ¿Cómo Han conoce a Chewie? ¿Cómo Han logra el Kessel Run en 12 parsecs? ¿Cómo Han obtiene su pistola? Y otras preguntas que no necesitan ser respondidas con una película porque desmitifican al personaje de Han Solo. Del tráiler yo me preguntaba cómo se vería Cthulhu de cerca.
Alden Ehrenreich interpreta a Harrison Ford que en su tiempo interpretó a Han Solo, un legendario contrabandista, pero ahora en sus orígenes, antes de convertirse en contrabandista, antes de poner un pie en la Millenium Falcon, y años antes de conocer a Luke y a Obi-Wan en SW: A New Hope (1977). Quizás el principal problema es que ya uno sabe de los personajes en la trilogía original, así que no importa lo que hagan, sabes que estarán presentes después de los acontecimientos de esta película. La solución más obvia sería introducir personajes nuevos y matarlos antes de llegar a los créditos del final.
La película empieza en el planeta Corellia, donde casi todos sus habitantes son pobres, y donde gobierna una lombriz parlante. Dos jóvenes, Han y Qi’ra (Emilia Clarke), tienen planes de huir de este planeta de mierda y explorar la galaxia libre de preocupaciones. Desde que introducen una vaina que se llama “coaxium” en las letras del principio, es lo que se usa para justificar la película entera. Con un poco de coaxium, pues Han sobornará a una oficial de migración para que los deje salir. Brillante plan, ¿no verdad? Sólo que por cuestiones de la vida sólo Han logra escapar y promete que algún día volverá para rescatar a Qi’ra porque, después de todo, ella aparece en el póster.
Para tratarse de una película cuyo título prácticamente significa no estar acompañado de nadie, Han siempre está acompañado de alguien, lo cual creo que derrota el propósito de titularla “Solo”. Han Solo termina conociendo a Chewbacca (Joonas Suotamo), y a Tobias Beckett (Woody Harrelson) y su pandilla. Luego conoce al empresario con conjuntivitis Dryden Vos (Paul Bettany), y hay todo una trama para conseguir coaxium. Por fortuna, Paul Bettany ha firmado un acuerdo con Disney, así que cuando no está haciendo de Vision en el universo de Marvel, puede interpretar a un hombre con conjuntivitis. Casualmente, Dryden es el jefe de Qi’ra, así que están reunidos una vez más.
Más adelante tendrán que solicitar la ayuda de Lando Calrissian (Donald Glover) y su androide L3-37 (Phoebe Waller-Bridge). No sé cuál es el afán de forzar un androide en cada película, pero L3 suena como una tipa que siempre está de mal humor. Por eso es que tiene más personalidad que el androide de comedia que es K-2SO de Rogue One (2016), pero no significa que me agrade.
Solo: A Star Wars Story también incluye sus referencias a las otras películas, porque de eso es que se trata, pero creo que la más importante de todas es la que nos confirma que Han le disparó primero a Greedo. Dicho esto, no me voy a acordar de absolutamente nada porque, honestamente, no hay nada que me importe y me la encuentro un poco aburrida. El hombre de las patas metálicas fue lo más interesante de todo esto, pero sólo aparece como por 5 segundos, desperdiciando una vez más a un gran personaje. Todavía te odio por la misma razón, SW: The Pathom Menace (2001).