Self/less (2015)
In/mortal

Si transfieres tu conciencia de un cuerpo a otro, ¿eres inmortal? El cuerpo físico morirá, pero tu conciencia eres tú, lo que te hace a ti. Esta idea es algo que exploraremos más a fondo en Altered Carbon, donde los humanos pueden vivir por mucho más tiempo al transferir su conciencia de un cuerpo a otro, y hasta en diferentes planetas. Self/less, bueno, no tanto porque se trata de una película de acción aburrida en la que no pasa mucho, pero todo es culpa de la organización secreta que tiene que matar a todos los que se interpongan en su camino.
Damian Hale (Ben Kingsley) es un hombre rico que se ha hecho de dinero en el negocio inmobiliario en la ciudad de Nueva York. Como todo en la vida llegará a su fin, Damian tiene pocos meses para vivir porque tiene cáncer terminal y no parece que se haya inclinado por ningún tratamiento. No se puede esperar más nada de alguien que tiene tan mal gusto como para que todo en el apartamento sea dorado. ¿Qué quieres decir con que este lugar es real? No es que me importe. Entonces existe la oportunidad de que alguien con tanto dinero sea capaz de seguir viviendo más allá de las posibilidades de su decrépito cuerpo.
Albright (Matthew Goode) ofrece la posibilidad de transferir la conciencia de Damian a otro cuerpo que según él, ha sido creado en un laboratorio. Este es el momento en que el doctorcito debió haber invertido en tecnología de clonación, y así hasta podría ofrecerle a sus clientes la posibilidad de mantenerse siempre joven. Algo así como en The 6th Day (2000), pero menos avanzado. Como no hay clones, el cuerpo que tienen disponible es el de Ryan Reynolds, y una de las condiciones para el proceso es que Damian Hale tiene que morir en público y desconectarse completamente de su mundo una vez su conciencia sea transferida en el cuerpo de Ryan Reynolds. Si esto ocurre satisfactoriamente, no volveremos a ver a Ben Kingsley en esta película.
La operación es un éxito, y ahora Damian tendrá que adaptarse a su nuevo cuerpo, al que se le dará el nombre de Edward Kidner, y como nadie tiene tiempo para eso, tenemos el avance tecnológico llamado “edición”. Así que ya Edward Kidner está listo para salir al mundo y disfrutar su juventud, lo cual no deber de servir de mucho si lo que hace ahora está completamente divorciado de lo que hacía en su vida anterior. ¿Por qué someterse a esto si no puedes mantener aquellos aspectos de tu vida que te hacen? No lo sé, pero me siento como que tiraron todo el concepto a la basura.
El caso es que Damian/Edward aprende que el cuerpo de Ryan Reynolds tiene memorias propias, que su nombre es Mark, que tiene una esposa llamada Madeline (Natalie Martinez), y una hija llamada Anna (Jaynee-Lynne Kinchen). En otras palabras, Damian está ocupando el cuerpo de un hombre que se vendió por dinero. Ya el sueño este de ser joven no suena tan bueno y, dicho sea de paso, Damian tiene que tomarse unas pastillas para poder mantener su conciencia, porque si deja de hacerlo, se desvanecerá y Mark volverá a tomar control de su cuerpo. Así que ya te puedes hacer una idea de cómo terminará.
La razón por la que creo que Self/less es aburrida es porque se toma mucho tiempo estableciendo la nueva vida de Damian, la antigua vida de Mark, y que Albright es el villano de la organización secreta que tiene una serie de matones en nómina. La edición de la película me la encuentro interesante, no es que me haya gustado, pero como que intenta darle vida a la película donde no hay nada. Ryan Reynolds prácticamente tiene que interpretar a dos personajes diferentes, uno de ellos siendo Damian, al que no conocemos tan bien porque Ben Kingsley tuvo poco tiempo en pantalla; el otro siendo Mark, un hombre de familia preocupado por la salud de su hija. A fin de cuentas, no hay ninguna diferencia entre sus dos interpretaciones.
Y sin más que agregar, sólo digo que la curiosidad no vale la pena para saber de qué se trata Self/less, y es mejor desperdiciar el tiempo en videojuegos.