Mute (2018)
Mudo
Me habían dicho que Mute era mala, pero nadie me dijo que era aburrida, y ese es su principal problema. Me senté a verla sin tener la más remota idea de qué trataba, y el póster no es que sirva de mucha ayuda para uno hacerse una idea.
En algún monte de Alemania, un chamaquito llamado Leo tuvo un accidente (nadie sabe cómo), y entre la opción de someterlo a cirugía o pedirle a Dios que lo sane, su madre y sus creencias amish optaron por lo segundo, por lo que el chamaquito se quedó mudo. Treinta años más adelante, el chamaquito se convierte en Alexander Skarsgård, y el mundo pasa a ser el de Blade Runner (1982). De alguna manera Leo se mueve en este mundo tecnológico, mudo y con su cultura amish, por lo que todo se le complica más de lo necesario. Creo que debieron darnos una cosa o la otra, pero no ambas, mudo y amish. El caso es que su novia Naadirah (Seyneb Saleh) desaparece una noche y ahora Leo tiene que navegar este mundo que no entiende, a pesar de tener tanto tiempo viviendo en éste.
Mientras tanto, hay otra historia que se desarrolla con Bill Cactus o Cactus Bill (Paul Rudd) y su mejor amigo Donald Duck (Justin Theroux), y de alguna manera está relacionada a la historia de Leo porque al menos él y Cactus coinciden en varios lugares. Cactus es un médico militar gringo que desertó y ahora está buscando salir de Alemania para volver a EE.UU. con su hija Josie (Mia-Sophie Bastin o Lea-Marie Bastin, porque son gemelas), mientras que su amigo Duck es un pediatra, pero el peor tipo de pediatra. Estos dos personajes son más interesantes y más complejos que Leo porque no son gente buena, la policía militar está buscando al desertor de Cactus, y aunque éste se comporta como un villano que siempre está de mal humor, se preocupa por su hija.
Este mundo es mitad Blade Runner, porque hay carros que vuelan, pero también hay carreteras y carros de cuatro que no vuelan. Hay grandes edificios con pantallas y LEDs, pero si sales de la ciudad encontrarás casas de madera. Hay teléfonos celulares que se conectan a pantallas holográficas, pero también hay guías telefónicas con nombres de personas y sus números de teléfono. Yo no entiendo lo que están intentando venderme, pero si es que en una sociedad que vive de la tecnología es posible ser amish, pues como que yo no me lo estoy llevando. Debido a la resistencia de Leo a la tecnología, tiene que llevar una libretita donde dibuja y a veces escribe algo para que los demás lo entiendan. Si estuviera de visita en esta ciudad yo lo entendería mejor, pero es que el pana vive como un campesino por decisión propia.
Leo está limitado a sus expresiones faciales y a lo que escriba en la libretita, y yo me encuentro esto muy aburrido porque no veo beneficioso desperdiciar el mundo este de esa manera. Cactus es un personaje desagradable, y dado a que tiene el papel de villano, tiene que actuar como tal, y cuando llega el final es difícil sentir simpatía por éste aunque absolutamente nadie está de acuerdo con lo que tiene posibilidad de pasar. Al final, ninguno de los personajes evoluciona o cambia de ideología; Leo sólo quiere encontrar a su novia, Cactus sólo quiere irse de Alemania, y Duck sólo quiere manosear niñas.
Para concluir, creo que Mute es un proyecto que quedó a medias por intentar abarcar mucho. Presentan la historia en un mundo futurista que ya conocemos con pinceladas contradictorias del mundo actual, dándome a entender que esto es posible sólo para que el protagonista pueda funcionar a medias. La última oración se la dedico a la banda sonara que me gustó y sentí que capturaba el ambiente y el estado de ánimo.