Pacific Rim: Uprising (2018)
Titanes del Pacífico: La insurrección

Se puede hacer una película tonta pero poniendo empeño en ello, y por eso estamos agradecidos por Pacific Rim (2013). Entonces nos traen Pacific Rim: Uprising y es una Michael-Bay-zación del universo introducido por Guillermo del Toro, donde todo es de segunda y no se siente el mismo empeño que en la original. Sin ánimo de ofender al compositor, pero me hace falta la banda sonora de Ramin Djawadi.
En Pacific Rim: Uprising nos introducen al hijo de Stacker Pentecost (Idris Elba), Jake Pentecost (John Boyega), quien nunca que mencionado en la película anterior y es el hermano de la hija adoptiva Mako Mori (Rinko Kikuchi). Si hay alguien capaz de convencerme de que él es hijo de Stacker y hermano de Mako, pues ese es John Boyega. Jake es un rufián malcriado que por lo visto se gana la vida estafando gente para sobrevivir, y quién sabe cuánto tiempo tiene en esto, pero han pasado 10 años desde que cerraron el portal a la dimensión Kaiju.
Aquí también hay deshuesaderos de Jaegers, donde desmantelan modelos obsoletos o destruidos para reciclar los materiales, por lo que hay chatarra muy valiosa. Uno se tiene que preguntar cómo es que todavía existen estos deshuesaderos si los Jaegers se dejaron de fabricar a favor de un muro, pero es que en estos 10 años tampoco han buscado otra alternativa a la tecnología Jaeger. Así que no hay nada mejor para detener a un Kaiju que molerlo a golpes. O eso creía yo, pero me estoy adelantando. Resulta que en este deshuesadero se topa con Amara Namani (Cailee Spaeny), una chamaquita que se roba partes de los Jaegers con la finalidad de crear el suyo, aunque es una versión de miniatura que cualquiera aplastería sin pensarlo.
Uno creería que la película trata de la conexión entre Jake y Amara para pilotear un Jaeger, pero ese no es el caso, y lo que nos dan es una versión minificada de la historia de Mako Mori en la película anterior. El copiloto de Jake es Nate Lambert (Scott Eastwood), de quien mencionan lo apuesto que es en más de una ocasión. Nate y Jake se conocen de antes, pero no es algo que vayamos a explorar, sólo confórmate con el hecho de que ambos pueden pilotear a Gipsy Avenger.
Mientras que Amara se va a jugar con los otros chamaquitos que están en la academia para convertirse en pilotos, Mako tiene que tomar decisiones importantes sobre el futuro de la humanidad. Hermann Gottlieb (Burn Gorman) sigue trabajando para PPDC como el científico a la cabeza de tecnologías anti-Kaiju, mientras que Newton Geiszler (Charlie Day) se ha convertido en un chulito que trabaja para un empresa china. Lo que hicieron con Charlie Day en esta película es una bastardización del personaje que no tiene perdón de nadie. De paso también introducen a la presidenta de esta empresa china, Liwen Shao (Tian Jing), y yo creo que es otro personaje inútil sin nada que hacer.
Además de que todo se ve más barato que en la película anterior, mi principal problema es que los personajes no me importan tanto. ¿Cuál es su propósito? La guerra terminó hace 10 años así que no tienen nada que hacer, y el futuro de los Jaegers está en los drones parecidos a los Evangelions de producción en masa. Van a una base en Siberia, pero se los olvida la razón por la que fueron una vez que Gipsy Avenger se distrae para pelear con Obsidian Fury. Entonces por ciertos inconvenientes, todos los pilotos de todos los países del mundo están muertos, todos los demás Jaegers que no están en la base junto a John Boyega fueron destruidos, y los chamaquitos que estaban entrenando para ser pilotos tienen la oportunidad de demostrar lo que han aprendido hasta ahora, que prácticamente es nada, pero que eso no los detenga.
Cuando digo hablo de la Michael-Bay-zación de Pacific Rim, me refiero a esto, a que los personajes no tienen ningún propósito para hacer nada con sus vidas, y la destrucción y los efectos visuales son la única razón para la existencia de la película. Los transformers destruyen edificaciones humanas porque sí, sin ninguna necesidad, algo que replicaron en PR: Uprising. ¿Por qué los Jaegers estos tienen armas estúpidas como una bola con puyas, un látigo, espadas que se separan y unen? ¡Striker Eureka lanzaba misiles del pecho! Algunas veces pensaba en que esto se parecía más a Power Rangers (2017) que a la Pacific Rim del 2013, por la gente huyendo y por los sonidos que hacen los Jaegers cuando se mueven, que no suenan como toneladas de metal, sino como dubstep. Mejoran los efectos visuales y los modelos de los Jaegers, pero lo arruinan con los sonidos.
Para concluir, se pueden hacer películas tontas que agraden a la gente, pero Pacific Rim: Uprising no es una de ellas porque intenta ser más inteligente de lo necesario. Para ilustrar este punto, dan un montón de explicaciones a base de hologramas, algo que no necesitas porque quieres ver robots gigantes golpeando a monstruos gigantes. Uno podría cortar la película para tener sólo a las secuencias de acción, y nada de valor se perdería.
“Trololololololololololo trololololololololololo”