Godzilla: Planet of the Monsters (2017)
Godzilla: Planet of the Monsters es la primera entrega de una trilogía de películas relacionadas al rey de los monstruos y los insignificantes humanos que intentan destruirlo. También es una de las películas más aburridas que he visto en lo que va del 2018. Me dijeron que iba a haber Godzilla en una película de Godzilla, no un montón de humanos hablando disparates.
La película empieza con el Capitán Haruo Sakaki (Mamoru Miyano) quejándose de las condiciones en que viven porque lo último que queda de la humanidad está abordo de una nave espacial que lleva 20 años buscando un planeta donde aterrizar. Como los recursos son escasos, hay que hacer ciertos sacrificios, y Sakaki se queja de que estos voluntarios sólo son una excusa para disminuir la cantidad de gente que hay que alimentar.
¿Cómo fue que llegaron a esto? Bueno, pues unos extraterrestres, los Exifs, llegaron con su tecnología y ayudaron a los humanos a sacarle los pies al planeta Tierra porque al paso en que Godzilla estaba acabando con la humanidad, nadie quedaría con vida. Resulta que estos extraterrestres que parecen humanos con las orejas más alejadas de la cara, son un culto de algún dios extraterrestre que vino con su propio evangelio y demás parafernalia. Uno de estos misionarios es Metphies (Takahiro Sakurai), que confía plenamente en la rabia de Sakaki.
La película dura una hora y media, y se la pasan hablando por poco más de una hora. Una película de monstruos, de Godzilla, y la última media hora es cuando pasa todo lo importante. Bueno, pues es que hay que explicar cómo es que los humanos llegaron a donde están y cómo es que ahora se les antoja volver a luchar contra Godzilla. Luego de 20 años en el espacio, pueden volver en segundos al planeta Tierra, lo cual uno debe de pensar que si no viajaban a la velocidad de la luz desde un principio, pues estaban perdiendo el tiempo, y aún así necesitarían de agujeros de gusano para poder recorrer las grandes distancias espaciales. Ni modo.
Luego de mucha lloradera y habladera, los comandantes están dispuestos a hacerle caso a Sakaki y devolverse a pelear con Godzilla, porque si en 20 años no tenían la tecnología para vencerlo, ahora sí la han podido desarrollar con sus limitados recursos. El caso es que viajar tanto tiempo en el espacio a tal velocidad, expuestos a la gravedad de objetos masivos, implica que ha pasado más tiempo en el planeta Tierra que los 20 años que los humanos han estado ausentes. Como unos 20 mil años. Más o menos. En teoría no debería haber más Godzilla, o quizás una manada de godzillas, o quizás cucarachas gigantes gobernando el tercer planeta.
Finalmente, ya faltándole media hora a la película (con créditos y escena pos créditos incluidos) llega el momento que todos esperan, los fuñíos humanos entran en una batalla que no parece que puedan ganar. Godzilla no hace mucho que digamos, pero cada uno de sus ataques demuestra que los humanos simplemente no están preparados. Aquí es cuando de hecho me importa la animación, pues gastar tanto tiempo en habladera no hace que piense favorablemente de ella. Godzilla como monstruo animado a computadora funciona, y quisiera ver más de esto y menos de los humanos de la porra.
Para concluir, espera a que salgan las tres películas de Godzilla y luego decides si vale la pena malgastar el tiempo, porque al menos yo me dormí con Godzilla: Planet of the Monsters. Y sí hay más monstruos en la película, no se trata de los 2 minutos de narración, sino que se aparece el pokémon Aerodactyl.