Reviews con sabor a pollo

The Post (2017)

The Post: Los oscuros secretos del Pentágono

The Post (2017)
Publicado en Review por - Jan 17, 2018
Ver Trailer

Uno pensaría que al tocar el tema de “los papeles del Pentágono“, uno entendería más lo que el gobierno de los EE.UU. estaba haciendo o intentando hacer con la guerra de Vietnam, pero resulta que eso ya lo sabe todo el mundo y lo que The Post nos muestra es un comentario político sobre la situación actual de la administración de los EE.UU. Lo que intento decir es que actualmente, a mediados enero del 2018, el gobierno actual se asemeja al gobierno de Richard Nixon, y Steven Spielberg nos lo deja saber alto y claro.

La película empieza cuando un tal Daniel Ellsberg (Matthew Rhys) decide fotocopiar ciertos archivos secretos detallando un par de décadas de la relación entre EE.UU. y Vietnam, debido a que no le agradó la idea de que el gobierno le estuviera mintiendo a la gente sobre una guerra que no ganarían. La primera publicación de estos documentos sale a la luz en 1971 a partir de una serie de artículos en The New York Times (NYT). Estos detalles son jugosos, y es lo que necesita un periódico más pequeño con problemas financieros.

“The Post” prácticamente es el nombre corto con el que conocemos a The Washington Post (además de WaPo), y la heredera de este periódico, Kay Graham (Meryl Streep), está en proceso de hacer una oferta pública de venta a fin de mantener el negocio a flote. Su editor, Ben Bradlee (Tom Hanks), está enfocado en conseguir los mismos documentos a fin de competir con NYT y revelar los engaños del gobierno. El único problema es que si dieran con estos documentos, probablemente entrarían en problemas legales que pondrían en riesgo las negociaciones de vender al público parte del negocio.

Puedes dividir a The Post en dos partes, una que tiene que ver con la oferta de venta en la bolsa de valores, y la segunda que tiene que ver con la publicación de documentos confidenciales. El problema es que la primera parte habla de trámites que no tienen que ver los documentos, y sirven para crear la presión bajo la cual estará sometida Kay Graham. La segunda parte es la que entretiene, porque es cuando la prensa le hacen frente a la administración de Nixon y las decisiones que se llevaron a cabo para llevar a la Suprema Corte de Justicia el caso que se conoce como New York Times Co. v. United States.

La película no trata de los documentos en sí, sino el paralelo que hay entre el gobierno de Nixon que atacaba a la prensa, y el gobierno de gringo al momento de yo escribir estas palabras, que también se dedica a atacar a los medios. Adicionalmente, Spielberg nos estaba haciendo ver que la mayoría de las mujeres de la época eran amas de casa que servían sánguches a los invitados y hablaban de temas banales, pero hay una mujer, Kay Graham, que está en una posición diferente y tiene que tomar una decisión importante mientras está rodeada de hombres que dicen saber qué es lo correcto. Ésta se convierte en un ejemplo a seguir por chicas y mujeres que esperan el resultado fuera de la corte.

Meryl Streep interpreta a Kay Graham como una mujer que no sabe cómo manejar el negocio y no está segura de cuál es la decisión correcta. Tom Hanks es el empleado diligente que tiene décadas trabajando para la prensa  y sabe cómo manejar el periódico desde el punto de vista del contenido, pero no tiene el poder de decidir qué es lo que se debe publicar. Creo que la mejor escena que tienen involucra una llamada y varias personas en los teléfonos. Finalmente, está Bob Odenkirk como el reportero Ben Bagdikian, quien se encarga de conseguir la fuente de los documentos confidenciales.

Para concluir, The Post me parece una película en la que se apresuraron para terminarla con una serie de mensajes que no son nada sutiles (ver libertad de expresión, libertad de prensa, 1ra enmienda de la constitución gringa, mujeres en lugares de poder), pero que tiene buenas actuaciones. Para contrastar lo oscuro y gris de la fotografía, tienen a Tom Hanks haciendo par de chistes, y yo, por supuesto, tenía que reírme.