Thor: Ragnarok (2017)
Thor: Ragnarok

Basándonos en los trailers, Thor: Ragnarok es un giro diferente a lo que es la franquicia de Thor, pues se parece más a Guardians of the Galaxy (2014) que otra cosa. Como ya fue evidente en Thor: The Dark World (2013), Marvel está inclinada a convertir esta franquicia en una comedia, pero ahora en lugar de darle la comedia a personajes que no nos importan tanto, los chistes son esparcidos por casi todos los personajes. Esto es precisamente lo que esperarías de su director, Taika Waititi.
En la mitología nórdica, Ragnarok se refiere al fin del mundo y, en un evento tan aterrador como ese, te la vas a pasar riendo porque esta película es una comedia y ya de por sí te imaginas que Asgard va a ser destruida. Si recuerdas los eventos de Avengers: El día de Ultrón (2015), sabes que Thor está preocupado porque su mundo va a llegar a su fin y quiere impedirlo a toda costa. También a partir de ese evento con el perdedor de Ultrón, Hulk (Mark Ruffalo) está desaparecido. Finalmente, después de los eventos con el perdedor de Malekith, Odin (Anthony Hopkins) también está desaparecido, y Loki (Tom Hiddleston) está haciendo lo que le viene en gana, que es producir obras de teatro con un cameo inesperado. Como Heimdall (Idris Elba) lo ve todo, decide desaparecer en el bosque para evitar esas obras teatrales.
Como la felicidad de Loki dura poco (casi 4 años desde The Dark World), se aparece Hela (Cate Blanchett), la primogénita de Odin y legítima heredera del trono, quien ha estado exiliada por tanto tiempo que nadie la recuerda y Thor ni siquiera sabía que tenía una hermana mayor. Hela quiere gobernar Asgard y conquistar más allá de los nueve mundos de la limitada cosmología nórdica. Hela es la diosa de la muerte, y prácticamente desde que aparece empieza a matar gente, algunos de los cuales aparecieron en películas anteriores. Como alguien tiene que estar en puente arcoiris y Heimdall renunció al puesto, tendremos a Skurge (Karl Urban) momentáneamente, y yo sólo podía pensar en Vaako de The Chronicles of Riddick (2004), aunque también lo podrían poner en Warcraft: The Beginning (2016) y nadie se quejaría de que no pertenece a la película.
Todo lo que sabes del universo de Thor, aquí en Ragnarok Hela viene y te dice “bueno, pues lo puedes olvidar, porque las cosas no son así”, incluso con cierto guante que está en una bóveda. Mientras Hela está perdiendo el tiempo en lo que llegan los héroes, como todos los villanos de Marvel, la trama se desvía completamente de todo lo relacionado a Thor y es cuando te preguntas “¿esta es una película de Thor o qué comedia es la que estoy viendo?” No estoy seguro de que lo sea, pero todas maneras me estoy riendo. En una especie de adaptación de Planet Hulk, Thor y Loki terminan en Sakaar, donde Hulk es un gladiador, el Grandmaster (Jeff Goldblum) es el gobernante, y Scrapper 142 (Tessa Thompson) es una alcohólica que vende gente para el coliseo de Grandmaster.
Thor: Ragnarok está cargada de humor y muchos colores brillantes, y la banda sonora es fuerte con el sintetizador. Al menos mantienen “Immmigrant Song” de Led Zeppelin que se escucha en uno de los trailers. Cate Blanchett es espectacular como Hela, pero tiene el mismo problema que casi todos los villanos de Marvel, sólo que no es tan obvio porque su personaje tiene mucha historia a la que ella tiene que introducirnos. Hulk sigue siendo un simplón, pero ahora tiene la habilidad de comunicarse mejor que antes. A veces dudo de los poderes de Heimdall, porque espera al último minuto para ver que hay un lobo gigante haciendo guardia. Todos sabemos que Loki hizo lo necesario para dar continuar con Avengers: Infinity War (2018).
Para concluir, Thor: Ragnarok es una comedia relacionada con Asgard a la que le inyectan ideas de Guardians of the Galaxy y Planet Hulk. En momentos te preguntas qué tiene que ver lo que estás viendo con Thor, pero la respuesta no importa porque es colorida, divertida, y te estás riendo. Finalmente pregunto ¿dónde está Sif (Jaimie Alexander)?
“¿Eres Thor, dios de los martillos?” — Odin