Death Note (2017)
Una pregunta que no me interesa saber su respuesta es ¿Por qué existe esta adaptación de Death Note? Como ya sabrás, Death Note es una manga que fue llevado a animé y eventualmente a película en Death Note (2006), Death Note: The Last Name (2006), y Death Note: Light Up the New World (2015). Entonces, algo que no necesitamos es otra película más (y una americanización) de la susodicha franquicia.
Particularmente, no he visto ninguna de las otras películas porque me parece una práctica masoquista (¿y vi la del 2017?), y la serie me estaba cansando hasta que hicieron lo impensable en el episodio 25, a partir de lo cual se vuelve insufrible. Así no puedo decir que soy un fan de la serie porque para mí iba bien hasta que a L se le ocurre construir su centro de operaciones en un torre vacía. Como han pasado años desde que la vi, casi no recuerdo nada, por lo que puedo ver esta Death Note de Netflix sin compararla con ninguna de las versiones anteriores.
Light Turner (Nat Wolff) es un estudiante de secundaria que todavía está pasando por su etapa “emo” gracias a Margo de Paper Towns (2015), y como aparenta ser un poco más inteligente que el promedio, le hace la tarea a los otros estudiantes a cambio de dinero. Un día cualquiera cae un cuaderno sucio del cielo. Como hay un montón de reglas escritas en las primeras páginas del cuaderno, no nos las pueden decir todas, así que Light lee las dos primeras, para los fans muestran la tercera de reojo, y se aparece un muñeco diabólico llamado Ryuk (Jason Liles, pero voz de Willem Dafoe) que se faja a explicarle cómo funciona el cuaderno mágico y su finalidad principal: matar gente.
A partir de entonces, Light, sin ninguna duda en su mente, se le ocurre demostrarle sus poderes homicidas a Mia Sutton (Margaret Qualley), quien lo ve como una oportunidad para hacer algo importante con su vida. A ambos se le ocurre la otra idea de adoptar una identidad, Kira, una especie de dios que responde a las plegarias de sus seguidores asesina a los criminales del mundo. ¿Cómo decide Kira quién es el bueno y quién es el malo? ¿Cuál es el criterio para decidir a quién matar y a quién dejar con vida? Estas son las preguntas importantes que ni siquiera se dignan a responder porque la respuesta es “según el capricho de Light y Mia”.
El papá de Light, James (Shea Whigham), es un policía que no tiene ni la más remota idea de que su hijo es un asesino, y se aparece el misterioso L (Lakeith Stanfield) junto a su mayordomo Watari (Paul Nakauchi) para desenmascarar a Kira. El caso es que Light es un sospechoso y mientras no haga algo estúpido, no lo van a descubrir. ¿Qué pasará? Algo estúpido, sin dudas.
Death Note es el tipo de película que ves para burlarte de lo mala que es, y es como un resumen de 100 minutos de una mini-serie de 8 capítulos. Hay gente que se quejará de que los personajes son diferentes a las versiones anteriores, pero no es algo que importe porque se trata de una “americanización” de la historia. Mi problema es que los personajes no funcionan. Para poder avanzar la trama en el poco tiempo que tienen, los personajes tienen que hablar mucho y explicar un montón de vainas, como al principio con Ryuk y las reglas del cuaderno, y la forma en que L descubre la identidad de Kira es explicada en diálogos breves.
El único indicio que tenemos de que Light es más inteligente que un estudiante promedio es que le hace la tarea a otras personas, hace algo increíblemente estúpido que es enseñarle el cuaderno a Mia, y su inteligencia lo ayudará cuando esté en aprietos, pero no hay nada extraordinario en sus habilidades. Mia es un personaje más interesante porque la chamaquita está enferma de la cabeza y el cuaderno diabólico saca a relucir sus verdaderos colores. Lakeith Stanfield entretiene más interpretando a L, pero no hay un equilibrio entre las habilidades de éste y Kira (Light+Mia), y a pesar de saber quién es Kira, no tiene ninguna evidencia para probarlo. Finalmente está Ryuk, que sólo es un observador del capricho humano, y es el personaje que se mantiene más fiel a su versión original. Entiendo la decisión de hacer que Ryuk sólo aparezca en lo oscuro para que no sea tan obvio el uso de efectos visuales y mantener un aspecto aterrador, pero lo que no entiendo es por qué tienen que apagar las luces y hacer desastres que nadie nota.
Para concluir, hay mejores películas en Netflix que esta Death Note, que no se la recomiendo a nadie que tenga la curiosidad de perder 100 minutos de su vida. Si fuera más larga podrían desarrollar mejor a los personajes, pero como ese no es el caso, tenemos a un grupo de gente desagradable que no tiene ningún motivo válido para hacer lo que hace. Los pocos que mueren violentamente en esta película, lo hacen con exceso de sangre, si eso es lo tuyo.
Death note con el actor nat wolff tendrá secuela