The House (2017)
The House es una comedia que intenta vender una idea nueva, un casino clandestino en una casa, y que no resulta porque no pasa nada fuera de lo ordinario, los chistes no aterrizan, no exploran la idea más allá de hacer dinero, y todo viene absurdamente fácil y sin contratiempos. Por ejemplo, imagina que en Home Alone (1990), los ladrones nunca entran a la casa porque Kevin ha logrado convencerlos de que no está solo, y entonces la película se acaba sin mayores inconvenientes.
Scott (Will Ferrell) y Kate (Amy Poehler) quieren que su hija Alex (Ryan Simpkins) vaya a la universidad, pero están mal posicionados financieramente porque no tienen cómo pagarla, así que en lugar de pedir un préstamo estudiantil, hacer que Alex busque un trabajo para ayudar a pagar la matrícula, abren un casino clandestino. Ahora, el casino clandestino no fue idea de ellos, sino del vecino Adrian Pimento Frank (Jason Mantzoukas), que está pasando por una crisis, ya que su esposa Raina (Michaela Watkins) quiere el divorcio. Así Scott y Kate sólo tienen que invertir parte de su tiempo para administrar el casino que se hará en casa de Frank que está casi vacía por el divorcio.
Así ya pasa la mitad de la película, y no ha pasado nada interesante, sólo que Scott y Kate le han mentido a su hija sobre el origen de los fondos para sus estudios, y la subtrama sobre una beca universitaria no llega a nada, por lo que “ayudan” a su amigo Frank, quien honestamente no necesita ningún tipo de ayuda con el negocio porque éste se encarga de hacer absolutamente todo. Es más como si Frank le estuviera haciendo un favor a cambio de apoyo.
No soy fan de Will Ferrell, su estilo de comedia a veces me da risa, a veces no, y este es uno de esos casos en que mayormente no me da risa. Los chistes verbales no me causaron gracia, mas los chistes brutalmente físicos me dieron risa más por shock que porque fueran buenos. Entonces para ser gente que está en olla, el dinero para remodelar la casa de Frank aparece mágicamente y de la noche a la mañana tienen un casino funcionando. A pesar de esto que he dicho, The House no es una película aburrida. Me la encuentro desabrida y carente de gravedad, pero no aburrida.
Para concluir, The House para mí es una película que funciona como ruido de fondo, o sea, no es para perder el tiempo viéndola porque no lo vale, pero de vez en cuando subir la mirada para ver qué está pasando, y si involucra a Will Ferrell y a un hacha, pues hay que seguir viéndola durante los próximos 5 segundos para volver a lo que estaba haciendo. En uno de los trailers mencionaron un club nudista, pero eso se perdió en la edición.