The Hateful Eight (2015)
Los 8 más odiados

The Hateful Eight es la octava película de Quentin Tarantino y reúne a una montaña de talento en una sola locación al estilo de Reservoir Dogs (1992). Con una duración de 3 horas y 7 minutos, es una lástima que no haya tenido la oportunidad de verla en “glorioso 70mm” como Tarantino lo quería, pero ya eso es limitación de las pantallas de cine del país, así que lo más cercano es “Digital HD”.
La película se ambienta en algún momento de la década de 1960 (o eso entiendo yo), varias décadas después de que Leonardo DiCaprio pasara lucha en The Revenant (2015), y par de años después de que Christoph Waltz liberara a Jamie Foxx en Django Unchained (2012). Aquí nos encontramos con un caza recompensas, Warren Marquis (Samuel L. Jackson), esperando a que el primer carruaje que apareciera le diera una bola al primer lugar techado que aparezca. Pues ese carruaje que aparece es manejado por O.B. (James Parks), quien transporta a John “The Hangman” Ruth (Kurt Russell) y a su prisionera, la psicópata Daisy Domergue (Jennifer Jason Leigh).
Éstos a su vez se encuentran con otro infeliz en el camino llamado Chris Mannix (Walton Goggins), quien dice ser el nuevo sheriff de un pueblo llamado Red Rock, y eventualmente llegarán a una cabaña en medio de la nada para buscar asilo de una tormenta de nieve. Aquí encontrarán al mejicano Bob (Demián Bichir), quien atiende la posada; Joe Gage (Michael Madsen), quien escribe su autobiografía; Oswaldo Mobray (Tim Roth), quien está imitando a Christoph Waltz; y el general Sandy Smithers (Bruce Dern), proveniente de los estados esclavistas del sur.
Así tenemos a un montón de desconocidos bien armados que no confían el uno al otro y que, de no tener cuidado, pueden morir de manera muy sangrienta a manos de Quentin Tarantino. La película está dividida en seis capítulos (y no ocho), en los que se narrarán los eventos de la pequeña cabaña en medio de la nada de manera no-lineal. Queda como ejercicio al espectador determinar quiénes son los 8 odiosos más odiados que se llenan de odio.
The Hateful Eight es quizás más lenta que el promedio de las películas de Tarantino, y sus personajes hablan mucho más de lo habitual. No tengo ningún problema con una película en la que sólo se la pasen hablando en un solo lugar, y por eso me encuentro extraño que haya un misterioso narrador (¿el mismo Tarantino?) al principio del Capítulo 4.
Lo que tenemos aquí es una película que es bien llevada por las actuaciones y los diálogos de sus personajes. Es difícil tener favoritos entre tanta gente, pero voy a decir que me sorprendió Walton Goggins con su acento extraño, el cual es un personaje muy diferente a la última película en que lo vi, American Ultra (2015). Por supuesto que está el gran trabajo de Jennifer Jason Leigh como una psicópata que sólo atrae problemas.
Para concluir, aunque larga y llena de diálogos, me gustó The Hateful Eight, y es una película que yo volvería a ver si tan solo pudiera sacar 3 horas de mi vida para dedicarla a una sola película. Pensándolo mejor, quizás podría recortarle media hora con una edición muy trabajada.
“When John ‘The Hangman’ Ruth catches you… you hang!”
Ya esta sera la ultima pelicula que vea de este director…. Porque no tiene más creatividad. La misma mierda que toda un alante para atras… Muy mal… Igual todos mueren… O la mayoria… Por favor tantas cosas que hay por escribir. El usa la misma formula.