Steve Jobs (2015)

Steve Jobs no es un biopic acerca del personaje titular al estilo del relajo que fue Jobs (2013), ni mucho menos como una película muy adherida a la realidad como lo sería un documental como Steve Jobs: The Man in the Machine (2015). No, Steve Jobs lo que muestra es el drama en los bastidores minutos antes del lanzamiento de algún producto por parte de –adivina– Steve Jobs.
La película está protagonizada por Michael Fassbender como el hombre que creó el universo, Steve Jobs, y Kate Winslet como la voz de razón y sabiduría que necesita en Joanna Hoffman. Esta es una película en la que sólo se la pasan hablando, por lo que es de esperar que para agregar más dramatismo habrán algunos gritos y cambios de humor. Lo cierto es que si estabas del lado equivocado, Steve Jobs era el imbécil con el cual no querías discutir. Steve Jobs siempre estaba en lo correcto, por lo que llevarle la contraría sólo termina en lágrimas.
Antes del lanzamiento del iPod, que es el momento en que termina la película de Ashton Kutcher, hay tres lanzamientos importantes que marcaron la historia de Apple: la salida de Steve Jobs de la compañía por la primera Macintosh, el cubo NeXT en una nueva compañía, y el retorno de Steve Jobs con la primera iteración de iMac. La película no entra en muchos detalles técnicos ni tampoco nos relata con lujo de detalles qué impacto tiene cada producto, por lo que se deja como tarea a los interesados en esos temas. Y no me digan que NeXT no fue importante porque de su sistema operativo se derivó OS X.
En ningún momento la película es aburrida porque los diálogos de los diferentes personajes que aparecen sin avisar agregan presión a los pocos minutos que hay antes de la presentación. Entre éstos están el ex presidente de Pepsi y CEO de Apple, John Sculley (Jeff Daniels), su co-fundador y amigo Steve Wozniak (Seth Rogen), su ex novia y madre de su hija, Chrisann (Katherine Waterston), y por su puesto, su hija Lisa (en diferentes edades, Makenzie Moss, Ripley Sobo, y Perla Haney-Jardine).
Me parece interesante la decisión de Danny Boyle de filmar los tres eventos con diferente tecnología fotográfica para presentar la evolución tecnológica. Me explico, el evento de 1984 fue rodado con película de 16 mm, mientras que el de 1988 fue en 35 mm, y el de 1998 en digital.
Para concluir, Steve Jobs no es una película para todo el mundo porque se la pasan hablando y todos los temas hablados en su mayoría son para gente que se sabe la historia de Apple y su co-fundador. Quizás por esto me la encontré entretenida, cautivado por su drama humano.