Beasts of No Nation (2015)
Beasts of No Nation es una película original de Netflix dirigida por Cary Fukunaga, y por “original” me refiero a que fue producida por Netflix, y no al hecho de que se basa en la novela del mismo nombre de Uzodinma Iweala. Esta es una de esas películas que llegando a los 20 minutos ya no me sentía cómodo viéndola porque el tema que toca es el uso de niños en guerras en África. Tú sabes, como Kony 2012, pero buena.
Esta es la historia de Agu (Abraham Attah), un chamaquito que vive en algún lugar de África, y cuya villa está en el medio de una guerra civil porque ambos lados son unos imbéciles y a nadie le importa los civiles. Por en lado el gobierno de su país se está cayendo a pedazos y los soldados de ECOMOG se están haciendo cargo de la seguridad de la villa, mientras que en el otro lado están los rebeldes que quieren derrocar el gobierno. Como es de esperar, la guerra es su propio tipo de infierno.
Cuando los rebeldes se acercan a la villa de Agu, casi todos deciden que lo mejor sería abandonar dicha villa e ir a la capital del país, donde quizás encontrarán refugio de la guerra. De alguna manera nadie cree que irse a pie y arriesgarse a un encuentro con los militares del gobierno o los rebeldes es una buena idea, por lo que todos los vehículos de la villa están repletos de gentes y los choferes cobran caro por el espacio en sus vehículos. Pues bien, la madre y la hermana menor de Agu logran “salvarse”, dejándolo a él junto a su padre y hermano mayor a tener que joderse entre los soldados de NRC (National Reformation Council) y los de NDF (Native Defense Forces).
Para no cansar el cuento, Agu termina en el bosque, y lo encuentra un grupo de niños soldados liderados por una escoria humana que sólo conoceremos como Commandant (Idris Elba). Entre estos chamaquitos encontrará a un buen amigo en Strika (Emmanuel Nii Adom Quaye), quien tiene una edad cercana a la de Agu y es mudo. Las imágenes no son las más fáciles de digerir. No sabemos muy bien cuáles son los motivos de Commandant, ni los de su jefe Dada Goodblood (Jude Akuwudike), pero Agu sólo sigue órdenes para sobrevivir porque se aferra a la idea de que algún día encontrará a su madre.
De alguna manera Cary Fukunaga logra darnos una película muy colorida con Beasts of No Nation. Uno esperaría que todo sería verde de selva y gris de ciudad, pero el director juega con el aspecto visual y el resultado es algo maravilloso. Sin duda alguna la gente hablará del carismático Idris Elba en su rol de Commandant, un hombre que pasa de agradable a detestable a sentirle lástima. Sin embargo, a quienes no debemos olvidar es a Abraham Attah como el pequeño Agu, un niño que al final ha visto demasiadas vainas como para ser considerado una bestia.
Para concluir, Beasts of No Nation es una de las mejores películas del 2015 que he visto, y presenta una cruel realidad de ciertos movimientos militares en África.