The Revenant (2015)
Revenant: El Renacido
The Revenant es otra película de supervivencia más en la que el protagonista se tiene que enfrentar a la naturaleza si quiere volver a la civilización. Esta película de Alejandro González Iñárritu, es la versión en nieve del 1820 de Gravity (2013), de su compatriota Alfonso Cuarón, y en ambas (casi) todo sale mal porque el/la protagonista está salado/a.
La película empieza con unos recuerdos artisti-medio-surrealistas del hombre que conoceremos como Hugh Glass (Leonardo DiCaprio) y su hijo mestizo Hawk (Forrest Goodluck). Pues bien, Hugh y Hawk son parte de una expedición en la que tienen que llevar pieles del punto A al punto B, y mientras están de camino, son atacados por unos indígenas que no tienen nada mejor que hacer con sus vidas, los Arikara, haciéndonos recordar que los taínos fueron los indígenas más perdedores de la historia de América.
El líder de los indígenas parece que se dio un pase con las hierbas equivocadas porque está buscando a su hija Powaqa, quien según él ha sido secuestrada por dos hombres blancos. Los pocos sobrevivientes de la masacre, entre los cuales están el capitán Andrew Henry (Domhall Gleeson), Bridger (Will Poulter) y Fitzgerald (Tom Hardy), tendrán que irse caminando en medio del hielo si quieren mantenerse con vida, ya que los salvajes aquellos los seguirán cazando a pesar de la falta de evidencia de que tienen a la hija del jefe. Después de un evento con un oso, la pandilla de Glass decide abandonarlo porque si quieren llegar al Fuerte Kiowa con vida, no necesitan de su sal para que les azare el camino. Y digamos que entre esto y otras razones, centrará su venganza en Fitzgerald.
Si has seguido la trayectoria del director de fotografía de The Revenant, Emmanuel Lubezki, entonces puedes esperar a que su trabajo en esta película te sorprenda. El director y él decidieron rodar la vaina esta sólo con luz natural, y además de la belleza de los paisajes, se puede percibir la falta de luz en las escenas, algo que se compara con el trabajo de Roger Deakins en Sicario (2015). También está el hecho de que en las secuencias de acción no cortan repentinamente para dejarnos a la imaginación lo que está pasando.
Las actuaciones no se quedan atrás, y medio planeta hablará del trabajo de Leonardo DiCaprio y Tom Hardy. Sin embargo, hay que resaltar que a pesar de que algunos nunca han estado frente a una cámara, en ningún momento piensas que están actuando. Con todo esto, la película tiene un ritmo lento y las escenas artisti-medio-surrealistas no necesariamente ayudan a entender el desarrollo.
Sin dudas, me gustó The Revenant, pero no es una película que yo quiera volver a ver pronto o de la cual vaya a hablar durante semanas. Esta es una de esas películas de las cuales puedes perder dos horas y media, y luego estar agradecido de que no tienes que lidear con nieve e indígenas que quieren matarte.