The Big Short (2015)
La gran apuesta

The Big Short es una película que toca de manera cómica la crisis económica que sufrió Estados Unidos en el 2008 y que de paso arrastró consigo la economía mundial. Se basa en el libro del mismo nombre de Michael Lewis, un libro que no pienso leer nunca porque el tema que trata suena muy complicado para mi mente simplona. Básicamente muestra a unos individuos que no están interesados en la vida de The Wolf of Wall Street (2013).
En ningún momento debe tomarse a The Big Short como un documental sobre la crisis económica del 2008, sino como una película entretenida que expone de manera aplatanada ciertas circunstancias que llevaron al caos hipotecario. Prácticamente lo que nos dicen es que Wall Street y los bancos han estado nadando en una piscina de diarrea, y en lugar de detenerse a pensar que nada va por buen camino (por ignorancia y estupidez), siguen aceptando alegremente la ducha de diarrea que les sigue cayendo. Al final, todo se descubre y no sólo estan nadando en diarrea sino también en la sangre de la hemorragia que tanta churria ha causado en el ano del capitalismo. Hmm, creo que ya tengo material para mi número de “Los Aristócratas”.
De manera dispareja seguimos a los protagonistas del filme, Michael Burry (Christian Bale), Mark Baum (Steve Carell) y su equipo de cínicos, Charlie Geller (John Magaro) y Jamie Shipley (Finn Wittrock), y en menor medida a un tal Jared Vennett (Ryan Gosling). Estos señores, de una manera u otra, llegaron a la conclusión de que la economía iba a colapsar en algún momento, dado que mucha gente estaba dejando de pagar los préstamos hipotecarios. ¿Y qué hicieron con este descubrimiento? Apostar millones de dólares en contra del sistema para ganar más dinero, por supuesto.
Las actuaciones son buenas, pero las que más sobresalen son la de Christian Bale, porque interpreta a un tipo raro, y la de Steve Carrell, quien siempre está enojado porque no le encuentra la quinta pata al gato. Me agrada cuando algunos de los personajes rompen el cuarto muro para decir algún comentario que le agrega al contexto en que se están desenvolviendo en ese momento. Esto funciona porque nos da a entender que se trata de una comedia que aborda un tema que a cualquiera le hace perder la fe en la humanidad. Incluso aparecen invitados especiales para dar explicaciones y no podía evitar reírme ante semejante idea.
Lo único que me haya afectado negativamente de lo que vale la pena hablar es del trabajo de fotografía. No entiendo por qué quisieron remenear la cámara y abusar del zoom como si se tratara de novatos que están aprendiendo filmar y no conocen todos los botones del aparato ese. Ni modo.
No entraré en explicaciones de qué le falta a la película por abordar para dar una mejor idea de la crisis porque esa no es mi área ni tampoco soy el más indicado para desglosar tantos términos y siglas. Ahora bien, si Margot Robbie me lo explicara en un baño de burbujas, aprendería hasta física quántica.