Victor Frankenstein (2015)
“Ya conoces la historia, un científico loco, una tormenta eléctrica, una creación abominable” –espera un minuto, ¿quién es que está narrando esta vaina? Yo no recuerdo a ningún Igor en la novela Frankenstein de Mary Shelley. Vale, no voy a enfocarme en esos detalles, es Igor quien narra la historia del Dr. Víctor Frankenstein, y de ahí el título de la película, “Mi vida a partir de Frankenstein”. Espera, ese no es el título…
Un payaso jorobado sin nombre (Daniel Radcliffe) está fascinado por la anatomía humana, y cuando crezca tiene la esperanza de convertirse en un gran médico, por lo que en su tiempo libre se la pasa dibujando órganos humanos pues el conocimiento le llega por obra divina. Un día cualquiera de su miserable vida de payaso jorobado, el estudiante de medicina que en cuya película jamás mencionará su nombre, Víctor Frankenstein (James McAvoy), presencia cómo dicho payaso le arregla un hueso de un fundazo a la trapecista Lorelei (Jessica Brown Findlay), quien cayera como guanábana al intentar imitar la muerte de los padres de Dick Grayson.
El buen doctor piensa que el jorobado está echando su vida a perder ya que tiene un conocimiento divino de la anatomía humana, por lo que lo rapta ayuda a escapar del circo para que pueda ver el mundo exterior. De aquí que agregan más variaciones al cuento, pues el jorobado en lo adelante se llamará Igor, caminará erguido, y ayudará directamente al buen doctor a reconstruir órganos de animales o de humanos sin saber para qué diantres lo hace. Frankenstein, por su parte, es un psicópata que gasta la fortuna de la familia dizque estudiando medicina cuando en verdad está obsesionado con crear zombis. Sin embargo, Moriarty (Andrew Scott) de la serie Sherlock, aquí es un inspector de Scotland Yard muy religioso que está buscando al enfermo mental que ha estado mutilando cadáveres de animales.
No importa que todo esto suene como basura si al menos puedes encontrar algo con qué perder el tiempo. Particularmente me gustó la actuación energética y exagerada de James McAvoy, a quien le debes hablar con una sombrilla a mano si no quieres que te bañe con saliva. Mientras que Daniel Radcliffe intenta ser moderado y aterrizar un poco más su personaje. Por los demás, bueno, por mí están de más. Me agrada la idea general de tener a un joven Frankenstein tan exagerado en una era victoriana.
Los problemas más grandes que tengo con el filme tiene que ver con los personajes. Por ejemplo, desde que era un jorobado sin nombre, Igor se ha interesado por la trapecista Lorelei, quien sólo se interesa por éste luego de que puede caminar erguido. Esto es un romance forzado que no necesitamos en la película. Le arregla un hueso, bien, ya el personaje no tiene razón de ser. El otro al que no le tengo ningún interés es al niño rico Finnegan (Freddie Fox), quien sólo existe para avanzar la trama. El inspector Moriarty y Frankenstein llegan a un argumento acerca de que Dios, que la ciencia, que la vida, que la otra vaina, y esto no es divertido porque suenan como dos fanáticos que están equivocados con sus puntos de vista.
No me parece que Victor Frankenstein sea una mala película, pero tampoco es que crea que sea una buena película, sino que está en esa pila de películas que puedes ver y olvidar. Igor dice que nadie recuerda al hombre, sino que sólo recuerdan al monstruo, pero como no quedó ningún testigo del monstruo de Frankenstein, uno sólo puede asumir que el buen doctor seguirá sus experimentos y creará a Aaron Eckhart para cazar demonios con sus cruces raras.