The Lost World: Jurassic Park (1997)
El mundo perdido: Jurassic Park
No sé qué fue lo que pasó entre los cuatro años entre el lanzamiento de Jurassic Park (1993) y esta película, pero por alguna razón ahora tenemos que la vaina esta no se llama Jurassic Park 2, sino algo más críptico como “The Lost World” o “El mundo perdido”. ¿Por qué pasó esto? Bueno, pues no sólo eso se perdió en los 4 años, también se perdió el sentido de asombrar al público con los majestuosos dinosaurios porque esto es una película de terror. Bienvenido a la isla de los monstruos.
El matemático de la película anterior, Ian Malcolm (Jeff Goldblum) ahora está más que calificado para enfrentarse solo a dichos monstruos porque haber huido de un T-Rex con una luz de bengala le dio algún tipo de superpoder. ¿Qué pasó con los paleontólogos? Bueno, pues según esta película, nadie ha hecho público el hecho de que hay una isla con dinosaurios cerca de Costa Rica, exceptuando al matemático Ian Malcolm. Ni los científicos con credibilidad, ni los nietos de John Hammond, ni el mismo John Hammond ha dicho nada acerca del Parque Jurásico. Así nos tenemos que tragar dos horas del pesimista Ian Malcolm, quien vive para recordarnos que vainas malas van a pasar.
Según John Hammond (Richard Attenborough), hay otra isla a 87 millas de la isla anterior en la cual se fabricaban y criaban los dinosaurios antes de ser transportados al zoológico de la película anterior. El caso es que luego de 4 años del huracán aquel, los dinosaurios en esta isla han estado reproduciéndose como buenos animalitos y nunca han estado en cautiverio. El nuevo ideal de John Hammond es dejar esta isla en paz, mientras que la junta directiva de su compañía insiste en llevarse par de ejemplares y mostrarlos en un zoológico en San Diego, California.
Así Ian Malcolm, cae a la isla misteriosa junto a su novia Sarah Harding (Julianne Moore), el ambientalista Nick Van Owen (Vince Vaughn), al experto en aparatos Eddie Carr (Vanessa Lee Chester), y a una de sus hijas de algún matrimonio fallido Kelly (Vanessa Lee Chester). No veo ninguna razón de por qué esta chamaca deba estar en la película, no aporta nada importante, y no es que Ian Malcolm aprenderá a ser mejor padre gracias a esta nueva experiencia con los terroríficos dinosaurios. Ninguna de las partes de la película en las cuales sentía tensión involucraba la presencia de Kelly.
Contrario a los deseos de John Hammond, el representante de la junta directiva, Peter Ludlow (Arliss Howard), lleva consigo un montón de cazadores para capturar dinosaurios y llevárselos al zoológico. Entre estos cazadores está Roland Tembo (Pete Postlethwaite), quien lo único que desea es cazar al T-Rex y decirle a Madre Naturaleza que el hombre existe para dominar todo lo que esté en la Tierra. Yo iba a tener problemas con este señor, pero de hecho termina bajo una buena luz. Él es quien rescata a los ineptos que tenemos de protagonistas, y él es quien se encarga de guiarlos por la jungla maldita para que puedan pedir un helicóptero de rescate. Este tipo no es el villano. A Peter Ludlow es quien le hace falta un cerebro.
He leído mucho acerca de cómo Nick Van Owen es un idiota que no se preocupa por los demás humanos, y al ver esta película, sólo puedo estar de acuerdo con todo lo que se dice de él. Este señor realmente no le importa poner en libertad a unos monstruos exageradamente peligrosos porque sí, no le importa la vida de los demás excepto al grupito conformado por la familia de Ian Malcolm, y no sabe que capturar a bebé dinosaurio atraerá a los padres dinosaurios. Si a este pana se lo comieran como a Newman (Wayne Knight) en la película anterior, nadie se estaría quejando.
Parte de la grandiosidad de los dinosaurios se pierde porque la mayoría de los que presetan sólo existen para aterrorizar a los humanos, pero aún así son mi parte favorita de la película. Los efectos están mejor trabajados que en la película anterior, y los dinosaurios se ven más reales. No me agradó que algunas veces los dinosaurios sólo estaban para –en buen dominicano– joder la paciencia. No estaban actuando como animales salvajes, sino como monstruos.
Las escenas de San Diego parecen desconectadas del resto de la película. Cuando salen de la isla empieza esta otra película que no tiene el mismo ritmo que la anterior y se trata Godzilla destruyendo la ciudad. No ese Godzilla. Me gusta ver a un T-Rex destruyendo la ciudad, pero es que todo fue tan repentino y creía que la película se había acabado con la desaparición de Nick Van Owen y Kelly. Sobrevivieron. Sólo desaparecieron. Menos mal.
Para concluir, The Lost World: Jurassic Park no es tan buena como su predecesora del 1993, y realmente no me agradan los protagonistas. Tiene grandes momentos que disfruto. Hay emoción, tensión, temor, y un exceso de estupidez.
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