Kill the Messenger (2015)
Maten al mensajero
Kill the Messenger se trata de la pseudobiografía de Gary Webb, quien a medidados de la década de 1990 denunciara la conexión de la CIA con los Contras, y la hipocresía del imperio yanki con relación a “la guerra contra las drogas“. Desde un principio nos dicen que la película “está basada en hechos reales”, por lo que se puede asumir que al menos la mitad de lo que presentan es fabricación de Hollywood para mantener la intriga de la película.
Kill the Messenger es uno de esos thrillers en los que sólo se la pasan hablando, por lo que si esperas algún tipo de persecusión o un tiroteo, estás en la película equivocada. La película empieza con un montaje de videos sobre la opinión de diferentes presidentes de los EE. UU. con el auge de las drogas en el territorio. Esto termina con un videito de Ronald Reagan, cuya administración fue más ferviente que sus antecesores en la guerra contra las drogas.
Corre el año 1996, Ronald Reagan dejó la oficina ovalada hace un tiempo, Bill Clinton es el presidente, y nuestro protagonista, Gary Webb (Jeremy Renner), es un reportero investigativo para San José Mercury News que denuncia los atropellos de los derechos civiles de las personas por parte de las autoridades, incluyendo el derecho de los narcotraficantes. ¿Qué pasa cuando la novia/megadiva/amante/bimbo de un narcotraficante le da la primicia de que el mismo gobierno de los Estados Unidos estuvo importando cocaína para financiar a grupos revolucionarios en Centroamérica? Lo primero es entender que todos estos años jugando Contra han sido una vil mentira bien calibrada, pues los extraterrestres de los juegos son la representación del comunismo, las corrientes sandinistas, y la Unión Soviética. He estado jugando mentiras.
El caso es que Gary Webb empieza su trabajo de descubrir la conspiración del narcotráfico patrocinado por la CIA durante la administración de Ronald Reagan. Quizás las razones de estas acciones son un poco más complejas de lo que la película nos hace ver, así que digamos que durante la Guerra Fría los gringos estaban interesados en evitar cualquier presencia ideológica comunista en la región. Cuando el Congreso de EE. UU. se niega a financiar este asunto, la CIA se mete de lleno, y hasta citan que “el fin justifica los medios” para combatir al comunismo.
Ahora bien, ¿es Kill the Messenger una buena película? Como siempre, la respuesta depende de los gustos de cada quien, y en lo particular me parece que sí lo es. Es lenta y aburrida, pero toca un tema interesante. No hay un drama ni una mujer llorando a cántaros, sino gente hablando de lo que es ser reportero, cómo y por qué el gobierno hizo lo que hizo, y lo que es ser padre de familia. Jeremy Renner demuestra que es un buen actor, y hace a un Gary Webb un reportero duro y sin miedo. Espera. ¿Se supone que Gary Webb era un reportero duro y sin miedo? Ah, no sé, y ya no importa.
El caso es que una vez Gary Webb recopila suficiente información sobre el tema, tiene que tomar una decisión importante. ¿Merece el público conocer estos temas que atentan contra la “seguridad nacional”? ¿Publicarías tú las barbaridades del gobierno? ¿Has considerado las consecuencias que te traerían a ti y a tu familia? Por lo visto, Gary Webb se armó de valor y publicó la vaina, lo cual trajo fama por su excelencia periodística y a la vez una avalancha de publicidad negativa contra su persona. Esto indudablemente me recuerda a los casos de Chelsea/Bradley Manning y Edward Snowden, quienes en sus tiempos consideraron también que el público debía saber la verdad, aunque históricamente hablando, el público lo conformamos un montón de ignorantes que no sabemos lo que aportó uno ni el otro, ni mucho menos recordamos a un tal Gary Webb. Así que sus aportes serán eternamente inmortalizados en películas como esta, o en el caso de Edward Snowden, una tal Citizenfour (2014).
Para concluir, Kill the Messenger puede que no gane ningún premio como película y mucho menos cuando los acontecimientos que retrata fueron retocados por Hollywood. Sin embargo, lo importante a recordar aquí es que algunas veces los gobiernos toman horribles decisiones en detrimento de sus ciudadanos y no hay nada que puedas hacer, salvo seguir viviendo tu vida. ¿Qué esperabas? Vivo en República Dominicana, e indepdendientemente de la cantidad de denuncias en contra de los gobiernos dominicanos, el mundo sigue girando.
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